Hoy se celebra la memoria litúrgica de la Presentación de María en el Templo y la jornada dedicada a la vida contemplativa femenina. Sor Radha, de noble familia hindú de los Brahmanes se convirtió al cristianismo. En este período las monjas se ocupan de la preparación de las hostias para el Adviento y la Navidad.
Mumbai (AsiaNews) – En el dejar todo y seguir a Jesús, “recibimos el céntuplo, estamos bendecidas con cualquier cosa”. Lo dice a AsiaNews, sor Radha, de 71 años, carmelita de clausura del monasterio de Andheri del Este, barrio de Mumbai, en la jornada dedicada a la vida contemplativa. La religiosa proviene de una familia de brahmanes, la casta más elevada del sistema social indio. Se convirtió al cristianismo y dejó el bienestar de la familia. Pero, no está preocupada, porque “Jesús dijo que si alguien deja todo para seguirlo. habría recibido el céntuplo aquí y la vida eterna”.
Hoy se celebra la memoria litúrgica de la Presentación de María al Templo. En este día, en 1953 el Papa Pío XII quiso instituir la “Jornada Pro Orantibus” que la Iglesia dedica al agradecimiento por el don de las comunidades claustrales. Esta mañana en el convento de las carmelitas cerca de Mumbai se realizó una oración especial y un comida festiva. El sacerdote celebrante focalizó su prédica sobre la Virgen María y su llamada a la santidad.
Luego, como todos los días, las monjas volvieron al trabajo. “En este período- nos dice sor Radha- estamos muy ocupadas en la preparación de las hostias. Del 13 al 19 de diciembre estaremos de retiro y dado que el pedido de las hostias para el período de Adviento y de la Navidad está en aumento, debemos trabajar cada día”.
Dada su origen de casta elevada, sor Radha conoce la penosa condición de los pobres y la opresión del sistema de las castas. “Los pobres-dice- están solo y abandonados. Estamos agradecidas al Papa Francisco que pone tanta atención hacia los pobres y a nuestro amado Card. Oswald Gracias que es amigo de los pobres y se ocupa de sus necesitados en la arquidiócesis de Mumbai”.
En lo que se refiere a los dalit (ex “intocables”), “en algunas áreas de nuestro monasterio hospedamos a 30-35 familias de dalit cristianas. El Card. Gracias demuestra hacia ellos una gran sensibilidad pastoral y compasión y se ocupa de las atenciones sanitarias, para que reciban una instrucción y siempre desea incluirlos en la vida de la Iglesia y en la sociedad. El cardenal es también amigo de las carmelitas y cuando viene a visitarnos nos trae regalos”.