La región vive una fase política “jamás vista antes, que genera “inestabilidad”. Reconstruir de la ruinas “reforzando” el sentido de “comunidad”. Los migrantes económicos en Tierra Santa “parte integrante” de la vida de la Iglesia. Belén, no sólo es un lugar sino una “invitación” a un estilo de vida diverso.
Jerusalén (AsiaNews)- En el plano “político” Tierra Santa atraviesa “una fase jamás vista antes, de gran incertidumbre”. Israel marcha decidida “hacia la tercera elección política” en menos de un año; en palestina persiste un status quo complicado por la “difícil reconciliación entre Hamas y Fatah”. Es cuanto nos cuenta a AsiaNews, Mons. Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del Patriarcado de Jerusalén de los latinos, narrando el clima que se respira en la región en este inicio de Adviento. La política, advierte el prelado, “es importante” porque da “las orientaciones en la vida social” y condiciona “las inversiones económicas”.
En estas semanas Israel registra una crisis sin precedentes con un punto detenido entre las principales formaciones que, en diversas vueltas electorales (en abril y septiembre), no estuvieron en grado de definir una mayoría en la Knesset. Algo que aumenta el clima de confusión e indeterminación, la incriminación por corrupción contra el Premier (hoy interino) Benjamín Netanyahu y sobre el lado internacional, la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump de considerar a los asentamientos en los Territorios Ocupados “no contrarios” al derecho internacional.
“Bajo el perfil económico- nara Mons. Pizzaballa- la realidad está más o menos invariada: más serena para Israel, problemática en Palestina y un desastre en Gaza. Esta impasse política genera inestabilidad” a la cual van a sumarse las tensiones en el plan militar. Basta recordar, en este sentido, los recientes enfrentamientos entre el ejército israelí y la Jihad islámica en la Franja, con Hamás-una vez cada tanto- espectador y las normales, numerosas, víctimas civiles.
desde el punto de vista “religioso y espiritual”, continúa el administrador apostólico, “se trata de construir” de estas ruinas económicas, materiales y espirituales. Y este período de Adviento, en preparación para la Navidad, se vuelve ocasión “para reforzar la comunidad, basándonos sobre las cosas más simples. Se vuelve a las parroquias y a los pueblos que son “el punto de referencia” en el cual los fieles pueden “prepararse en el mejor modo posible” para el nacimiento de Cristo.
En este contexto representa un motivo de fiesta el retorno a Jerusalén antes y ahora a Belén, de un fragmento de madera del pesebre. La reliquia es un regalo que el Papa Francisco quiso hacer a la Iglesia de Tierra Santa y que fue “recibido con gran sorpresa” y gran alegría. “La nuestra- observa Mons. Pizzaballa-es una realidad de gran fragilidad, por esto es importante mantener vivas nuestras tradiciones”.
El prelado reflexiona también sobre la comunidad cristiana migrante en Tierra Santa, formada en gran parte “por extranjeros que llegaron por motivos de trabajo”. Ellos, continúa, son ya parte integrante de la vida de la Iglesia y de la diócesis, que coordinan sus actividades”, Está también un sacerdote que se ocupa, en lo específico, de la pastoral de ellos y está comprometido en “introducirlos en la realidad de la Iglesia local”. Viviendo sobre todo en Israel, observa, “es para ellos más complicado prepararse para Navidad, pero el viernes y el sábado (fiesta para hebreos y musulmanes) se vuelven ocasiones de encuentro y de participación en las celebraciones de la comunidad”.
Un último pensamiento va a las peregrinaciones “que van muy bien”. “Este aspecto-subraya Mons. Pizzaballa- es muy importante y volvió a crecer gracias también y sobre todo a la presencia de los fieles de Asia y de Oriente”. Esta recuperación es importante también en el plano económico “porque trae ocasiones de trabajo”, aún debiendo reconocer que “nuestros lugares no están preparados para números tan altos y en estos últimos meses, se registraron esperas larguísimas, de horas, para acceder a los lugares santos”. Y este problema está destinado a aumentar en las próximas semanas.
En estos días el prelado está trabajando en el mensaje a los fieles de Tierra Santa para las fiestas de Navidad. Uno de los pasajes claves del documento se refiere justamente a la ciudad en la cual nació Cristo: “Visitar Belén no es sólo ir a un lugar, sino una invitación a asumir un estilo de vida diverso”.