Papa: las obras de misericordia se hacen de escondidas, sin vanagloriarse

Papa: las obras de misericordia se hacen de escondidas, sin vanagloriarse. Es la consideración sugerida a Francisco por el espíritu de servicio expresado por el “soy la sierva del Señor” con el cual María respondió al ángel que le pedía ser la madre de Jesús. Hoy por la tarde el homenaje a la Inmaculada. En el Ángelus Francisco invitó a rezar por el encuentro que mañana se realizará en París para tratar de buscar soluciones al conflicto en Ucrania.  

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Las obras de misericordia se hacen en silencio, de escondidas, sin vanagloriarse.Es la consideración sugerida por el Papa Francisco por el espíritu de servicio expresado por el “soy la sierva del Señor” con el cual María respondió al ángel que le pedía ser la madre de Jesús. A las 20 mil personas presentes en la plaza de S. Pedro para recitar el Ángelus, en el día en que la Iglesia dedica a la Inmaculada Concepción de la Beata Virgen María, de hecho Francisco subrayó que “la disponibilidad hacia Dios se funda en la disponibilidad en hacerse cargo de las necesidades del otro, del prójimo. Todo esto sin clamores ni ostentaciones, sin buscar puestos de honor, sin publicidad, porque la caridad y las obras de misericordia no necesitan ser exhibidas como un trofeo”

Después de recitar la oración mariana, el Papa recordó que “mañana se realizará en París un encuentro de los presidentes de Ucrania, Rusia y Francia y de la canciller federal de Alemania- conocido como ‘Formato Normandía’- para buscar soluciones al doloroso conflicto en curso ya desde hace años en Ucrania oriental. Acompaño al encuentro con una oración intensa, allí se necesita la paz y los invito a hacer los mismo, para que tal iniciativa de diálogo político contribuya a llevar frutos de paz en la justicia a aquel territorio y a su población”

Precedentemente, Francisco había subrayado como, frente al pedido del ángel, “María no se pierde en tantos razonamientos, no pone obstáculos en el camino del Señor, sino que con prontitud se confía y deja espacio para la acción del Espíritu Santo. “Pone inmediatamente a disposición de Dios todo su ser y su historia personal, para que sea la Palabra y la voluntad de Dios a plasmarlos y llevar a cumplimiento. Así, en perfecta sintonía con el designio de Dios sobre ella, María se convierte en la ‘toda bella’, en la ‘toda santa’, pero sin la más mínima sombra de complacencia. Es una obra maestra, pero sigue siendo humilde, pequeña, pobre. En ella se refleja la belleza de Dios que es todo amor, gracia, don de sí”.

“Me gusta subrayar- prosiguió- la palabra con la que María se define a sí misma en su entrega a Dios: se profesa la esclava del Señor”. El "sí" de María a Dios asume desde el principio la actitud de servicio, de atención a las necesidades de los demás. Así lo testimonia concretamente el hecho de la visita a Isabel, que sigue inmediatamente a la Anunciación. “La disponibilidad a Dios – concluyó el Pontífice – se encuentra en la voluntad de asumir las necesidades del prójimo.

“También en nuestras comunidades, estamos llamados a seguir el ejemplo de María, practicando el estilo de la discreción y de la ocultación. La fiesta de Nuestra Madre nos ayude a hacer de toda nuestra vida un ‘sí’ a Dios, un ‘sí’ hecho de adoración a Él y de gestos cotidianos de amor y de servicio”. 

El Papa al final recordó que hoy por la tarde irá a Santa María la Mayor a rezar a la Virgen y luego a la plaza de España “para el tradicional acto de homenaje a los pies del monumento a la Inmaculada. Le pido-concluyó- que se unan espiritualmente a mí en este gesto, que expresa la devoción filial a nuestra Madre celestial”.