Likud y Azul Blanco llegan a un acuerdo: Israel va a las urnas el 2 de marzo

Mañana por la noche vence el plazo para la formación de una mayoría en la Knesset. Las posibilidades de acuerdo son prácticamente nulas. El país se encamina a la tercera jornada electoral en menos de un año, en un clima de persistente incertidumbre. Visto bueno de Netanyahu para las primarias, con miras a la votación.


Jerusalén (AsiaNews/Agencias) - Los dos principales partidos de Israel, el Likud  - guiado por el premier saliente, Bejamín Natanyahu - y la coalición “Azul Blanco” del rival Benny Gantz, han fijado para el 2 de marzo la fecha de las próximas elecciones políticas, el tercer llamado electoral en menos de un año. Tras los dos infructuosos intentos de Netanyahu y Gantz en los últimos meses, si para la noche de mañana, 11 de diciembre, ningún miembro de la Knesset logra hacerse de la mayoría parlamentaria, el país será convocado nuevamente a las urnas, en un contexto de grave inestabilidad. 

Mañana vence el período de 21 días durante el cual el Parlamento puede señalar a un miembro factible de reunir una mayoría de 61 escaños (sobre un total de 120). Dentro de los 90 días, se declara el fin de  la legislatura y se llama a nuevas elecciones. En realidad, el escenario para los próximos meses no promete cambiar mucho, ya que los últimos sondeos marcan una especie de paridad entre las dos principales agrupaciones políticas.  

En el mes de abril Netanyahu había ganado las elecciones, pero luego no fue capaz de formar una mayoría. La votación siguiente, del 17 de septiembre, confirmó la situación de punto muerto, que impide que una de las agrupaciones más importante pueda dar vida a un gobierno. Netanyahu le había ofrecido a Gantz formar un gobierno de unidad, y alternarse en el mando del Ejecutivo, reclamando para sí los primeros dos años en el cargo para poder sobrevivir a nivel político y eludir los procesos judiciales que lo incriminan por corrupción

Una propuesta que fue rechazada por el líder de centro, en un contexto donde las aguas parecen dividirse en torno a la figura del premier saliente, que sigue siendo el principal obstáculo para el surgimiento de un gobierno de unidad nacional. 

Para confirmar la fecha del 2 de marzo, señalada por el Likud y por el Azul Blanco, es necesario contar con la aprobación de dos tercios del Parlamento. Dado que los dos frentes - a través de una serie de alianzas - controlan la Knesset,  es bastante probable que ésta sea confirmada.

En tanto, con miras a la votación, el premier saliente Benjamín Netanyahu parece haber dado su visto bueno para las primarias del partido, que elegirán la futura plana de líderes del Likud y la figura para presentar al país en las elecciones. En las últimas semanas, los activistas internos del partido y otros líderes importantes habían invocado las primarias, ya que los tres últimos llamados, encabezados por Netanyahu, concluyeron sin ningún avance. 

Analistas y expertos señalan a Gideon Sa’ar como el principal contendiente de Netanyahu en la conducción del partido, la única figura que ha sido capaz de oponerse a su liderazgo interno. “El Primer Ministro - se lee en un comunicado del partido - no se opone a las primarias [...] que le devolverán una gran victoria”. Fue inmediara la réplica de Sa’ar, quien recibió “favorablemente la declaración” del premier y al mismo tiempo recordó que “el Likud es el movimiento político más importante de Israel y puede jactarse de una gran tradición demorática en su seno”.