Según los movimientos demócratas del país, no hay que festejar la fecha: por el contrario, hay que recordar a las víctimas de las manifestaciones masivas de 1986 y del 2011. Las autoridades reaccionan con arrestos y violencia. Los manifestantes quieren una República Parlamentaria de verdad y exigen que Nazarbaev sea apartado de la vida pública.
Astaná (AsiaNews) – En algunas ciudades de Kazajistán, los movimientos de la oposición ayer organizaron manifestaciones de protesta no-autorizadas que culminaron con arrestos y desórdenes. Los organizadores de las protestas son el ex banquero y antagonista del régimen Mukhtar Ablyazov, fundador del grupo “Opción democrática de Kazajistán” (prohibido por el gobierno) y los líderes del movimiento “Oyan, Qazaqstan”. En la capital, Nur-Sultan, la policía interrumpió una marcha que se dirigía a la sede de gobierno, arrestando a decenas de manifestantes.
El 16 de diciembre fue el Día de la Independencia del país, fecha que también coincide con las manifestaciones masivas en Alma-Ata de hace 33 años (1986), cuando la juventud kazaja se rebeló ante el nombramiento de un líder soviético, Gennadij Kolbin, al mando de Kazajistán, por considerarlo una marioneta del Kremlin. Al mismo tiempo, la fiesta nacional también coincide con la conmemoración de los hechos ocurridos hace 8 años en la ciudad de Zhanaozene, región de Mangistau. Allí, en el 2011, las autoridades reprimieron con violencia una huelga de operarios de los pozos petroleros, provocando la muerte de 17 personas. Los manifestantes consideran que el 16 de diciembre no debe ser un día de fiesta, sino una fecha de memoria y luto nacional.
En Nur-Sultan, cerca del monumento a las víctimas de las hambrunas de 1932-33, los participantes reunidos recordaron a las víctimas de 1986 y 2011. Muchos expresaron su indignación por la situación socio-económica en que ha caído la nación, que no protege a los sectores más débiles de la población; otros han pedido la liberación de los presos políticos. “Los verdaderos culpables jamás serán castigados”, declaró una sobreviviente de los hechos que tuvieron lugar en la ciudad de Tselinograd, luego rebautizada como Akmola, y en Astaná -a partir de este año, Nur-Sultan, en honor del “presidente eterno” Nazarbaev, que en los hechos continúa controlando el país a pesar de haber presentado su renuncia como presidente.
En Almaty, cerca del monumento a la independencia, en la plaza de la República, el movimiento “Oyan, Qazaqstan” realizó una marcha no-autorizada. Varias decenas de jóvenes exhibieron pancartas con eslóganes como “Abran camino a los jóvenes”. Ayna Samatova, exponente del grupo, declaró que estaba allí para honrar la memoria de las víctimas de la violencia del pasado, que son su fuente de inspiración para obtener reformas que hagan de Kazajistán una República Parlamentaria, y no presidencial y “autocrática”, con el retiro efectivo de Nazarbaev de la vida política.
En esa misma plaza de Almaty, los miembros del “Partido Demócrata de Kazajistán” colocaron ofrendas florales al pie del monumento, pidiendo que no sean entregados a las autoridades chinas los dos reclusos de etnia kazaja, Kaster Musakhanuly y Murager Alimuly. Algunos activistas fueron detenidos por la policía. En la ciudad de Shikment también arrestaron a un ciudadano local, Zhaksylyk Kairov, cuando se acercaba a colocar unas flores delante del memorial que recuerda a Kayrat Ryskulbekov, un participante de las protestas de 1986.
La policía arrestó a Karaganda Murat Dzhimbaev, cuando estaba colgando un cartel de protesta; en Almaty, detuvieron a Rashid Khabibulla, hermano del poeta y disidente Aron Atabek, que desde el 2006 se encuentra descontando una pena de 18 años en un campo de trabajo forzado por el llamado “caso Shaniraksk”: un enfrentamiento con la policía por la demolición de unas construcciones ilegales levantadas por algunos artistas partícipes de la protesta. En Uralsk arrestaron a un periodista, Lukpan Akhmedyarov, quien fue llevado a la comisaría “para ser interrogado sobre los hechos”.