Card. Sako: Navidad en Irak, una vida nueva para rescatar la tristeza y el dolor

En el mensaje el purpurado recuerda la ola de violencia relacionada con la represión de las protestas anti gobierno. Desde 2003 el sueño de un país fuerte y pacífico “jamás fue realizado”. Invitación a obispos y sacerdotes: cerca “de cristianos y musulmanes”, en el “camino espiritual y humanitario”.

 


Bagdad (AsiaNews)- Es “muy triste” que las fiestas de este año lleguen en “circunstancias tan dolorosas”, siendo que “las heridas del Estado islámico no se curaron aún” y una nueva ola de violencia, relacionada con la represión de las protestas anti gobierno, derramó nueva sangre en el país. Se abre con una advertencia a las cuestiones de actualidad el mensaje de Navidad- publicado ayer por la tarde y enviado a AsiaNews-de parte del patriarca caldeo Card. Louis Raphael Sako. “Es una lástima-observa- que los iraquíes no sean capaces de encontrar un modo eficaz para llevar al país sobre el sendero recto, eliminar el confesionalismo, la corrupción, el enriquecimiento ilegal, la expropiación injustificada de bienes públicos y privados. El todo, a despecho de los numerosos pedidos que llegan desde adentro y de afuera del país”.

El primado caldeo recuerda el drama, ya a las espaldas al menos en el plano militar, del Estado islámico que por años mantuvo bajo control a gran parte de la nación. Hoy surgen en cambio “las violencias, la pobreza, la desocupación, la escasa calidad de los servicios- prosigue- que llevó a miles de personas, sobre todo a los jóvenes a manifestar en las plazas en modo pacífico”. Ellos piden sólo “poder vivir una vida de dignidad y libertad, en una patria estable, segura, fuerte e independiente”. 

“Desde 2003-ataca el prelado- este sueño jamás fue realizado y nuestros corazones están llenos de ansia por el gran número de muertos y los miles de heridos”.

El mensaje de Navidad llega en un contexto crítico para Irak, desde el 1° de octubre teatro de un vasto movimiento de protesta contra el gobierno y autoridad. Las manifestaciones, reprimidas con la fuerza por la policía, han llevado a las dimisión del Premier Adel Abdul Mahdi, , pero los manifestantes- sin distinciones étnicas, confesionales, religiosas- miran a la caída de la entera clase política. 

La situación se reforzó a fines de noviembre, después del doble asalto al consulado iraní en Najaf y causó un total de más de 450 muertos y 20 mil heridos. Para honrar la memoria de las víctimas y contribuir a la atención de los heridos (en su mayoría musulmanes), el purpurado decidió cancelar las celebraciones y los festejos de navidad, devolviendo el dinero ahorrado a los hospitales o invistiendo en la compra de remedios. 

El valor de Navidad, observa el card. Sako está en la palabra de Cristo el Salvador que aspira a los ideales de “paz, justicia, libertad, dignidad, fraternidad, amor y felicidad”. Jesús nació, prosigue “para que nosotros renazcamos en Él a un nueva vida”. En este Oriente Medio distinguido por sufrimientos, “meditamos todavía aún más a fondo el mensaje de Navidad” para “hacerlo nuestro en la vida cotidiana”. SEguir el camino, advierte, “rinde al ser humanos aún más humano y les permite vivir con dignidad”.

Hoy, subraya, se vive en un clima de “tristeza” y “estamos en busca de esperanza y consolación” frente a la escalada de violencias. Nadie sabe dónde se dirige el país y “por esto en una situación tan delicada, invito a todos los políticos y responsables de la seguridad en escuchar la voz del pueblo”. “Es fundamental “evitar una solución militar” que llevará “ciertamente a mayores víctimas y heridos”.

El pedido, afirma el card, Sako, va en la dirección de un “diálogo valiente” con los manifestantes para dar luz a un proyecto “global de escala nacional” para salvar Irak y sus habitantes.

En este contexto, él exhorta a obispos y sacerdotes (sobre todo en Irak) a “demostrar cercanía” y estar al servicio de “cristianos y musulmanes” acompañándolos “sobre el plan espiritual y humanitario” manteniendo siempre en mente “el ejemplo de Jesucristo”. “Expreso-concluye el prelado caldeo- mi cercanía a todos los iraquíes y expreso mis condolencias a las familias de las víctimas y de los heridos” ya sea entre los manifestantes como entre las fuerzas de seguridad.