El Papa y el secretario de la ONU: no debemos mirar para otro lado ante las injusticias (Vídeo)

Video-mensaje al término de los coloquios mantenidos hoy en el Vaticano. Un No rotundo al hambre, a los abusos y a la explotación. “Clama a Dios el uso de la religión para incitar al odio, a la violencia”, “pero clama a Dios también la carrera armamentística y el rearme nuclear. Y es inmoral, no solo el uso, sino también la posesión de armas nucleares”. 

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “No podemos, no debemos mirar para otro lado ante las injusticias”, ante la violencia y el hambre. Lo afirman, unidos, el Papa Francisco y el Secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un mensaje de video difundido luego del encuentro mantenido hoy en el Vaticano. 

“No podemos, no debemos mirar para otro lado – se afirma en el video-mensaje - ante las injusticias, las desigualdades, el escándalo del hambre en el mundo, de la pobreza, de los niños que mueren porque no tienen agua, comida, los cuidados necesarios. No podemos mirar para otro lado ante cualquier tipo de abuso contra los más pequeños. Debemos combatir todos juntos esta plaga”.

“No podemos cerrar los ojos ante nuestros hermanos que, por causa de los conflictos y de la violencia, de la miseria o de los cambios climáticos, dejan sus países y, a menudo, van al encuentro de un triste destino. No podemos permanecer indiferentes ante la dignidad humana pisoteada y explotada, a los ataques contra la vida humana, sea la que todavía no ha nacido, sea la de que cualquier persona necesitada de cuidados”.

“No podemos, ni debemos mirar a otro lado, cuando en muchas partes del mundo los creyentes de distintas confesiones religiosas son perseguidos.  Clama a Dios el uso de la religión para incitar al odio, a la violencia, a la opresión, al extremismo y al fanatismo ciego, así como usarla para obligar al exilio o la marginación”.

“Pero clama a Dios también la carrera armamentística y el rearme nuclear. Y es inmoral no sólo el uso sino también la posesión de armas nucleares, las cuales tienen una capacidad destructiva tal, que incluso el mero peligro de un accidente representa una oscura amenaza para la humanidad. No permanezcamos indiferentes ante las numerosas guerras que todavía se combaten y que ven morir a tantos inocentes. La confianza en el diálogo entre las personas y entre las naciones, en el multilateralismo, en el papel de las organizaciones internacionales, en la diplomacia como instrumento para la comprensión y el entendimiento, es indispensable para construir un mundo pacífico”. 

“Es necesario reconocerse miembros de una única humanidad y cuidar nuestra tierra que, generación tras generación, nos ha sido confiada por Dios en custodia para que la cultivemos y la dejemos en herencia a nuestros hijos. El compromiso para reducir las emisiones contaminantes y por una ecología integral es urgente y necesario: ¡hagamos algo antes que sea demasiado tarde! Escuchemos la voz de tantos jóvenes que nos ayudan a tomar conciencia de lo que esta sucediendo hoy en el mundo y nos piden que seamos sembradores de paz y constructores, juntos y no solos, de una civilización más humana y más justa. La Navidad, en su genuina sencillez, nos recuerda que lo cuenta verdaderamente en la vida es el amor”.

A propósito del encuentro, un comunicado vaticano sostiene que en el coloquio entre Francisco y Guterrez, “se habló del proceso de actuación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la crisis del multilateralismo, particularmente evidente  debido a las dificultades de gestionar algunos problemas actuales, como la migración y la trata de personas, el cambio climático y el desarme. La conversación continuó tratando también algunas situaciones de conflicto, inestabilidad social y graves emergencias humanitarias”.

“El encuentro – prosigue el comunicado - que sigue la tradición de las audiencias concedidas por los Pontífices a los Secretarios Generales de las Naciones Unidas se coloca en proximidad del 75º aniversario de esa Organización. En el transcurso de las conversaciones, desarrolladas en un clima de cordialidad,  se expresó la consideración de la Santa Sede por el compromiso de las Naciones Unidas con la paz mundial”.