De Corea a Flores: religiosas de Kkottongnae acogen a los discapacitados en la ‘Casa del amor’ (Video)
de Mathias Hariyadi

La estructura de Labuan Bajo hospeda a 13 personas, 3 hombres y 10 mujeres. A asistir a sor Matthew y sor Thomas hay 3 postulantes y una aspirante novicia. La vida comunitaria en la Casa está marcada por un gran compromiso y rigurosa disciplina. La comunidad surcoreana atrae a muchos aspirantes del Sudeste asiático y trata de abrirse e los católicos locales.

 


Flores (AsiaNews) – Ocuparse de las personas olvidadas y abandonadas por la sociedad, dando alojamiento a los discapacitados, asistencia médica y apoyo espiritual: es la misión de 2 religiosas de la comunidad de  Kkottongnae, que desde Corea del Sur llegaron a Flores- isla situada en la región oriental del archipiélago indonesio- para fundar en junio de 2018 “la Casa del amor” (Ruma Kasih). En la estructura de Labuan Bajo, en el distrito de West Manggarai, sor Matthew y sor Thomas (la superiora provincial) hospedan a 13 personas, 3 hombres y 10 mujeres. “Algunas de estas personas son enviadas por los sacerdotes que sirven a los fieles del distrito, otras las habíamos encontrado y conocidas en la calle”, cuenta a AsiaNews sor Matthew.

Poco más de un año y medio hace, la Casa del amor fue inaugurada con una ceremonia presidida por Mons. Sylvester San, administrador apostólico de la diócesis de Ruteng, y Mons. Antonius Subianto Bunjamin, obispo de Bandung y secretario general de la Conferencia episcopal indonesia (KWI) (Foto 2). El espíritu de la iniciativa está resumido por el escrito que está a la entrada de la estructura “También tener sólo la fuerza donde vivir en modo digno.

En su obra, las religiosas surcoreanas no están solas. Quienes ayudan a sor Matthew y sor Thomas son 3 postulantes y una aspirante novicia, todas indonesias y originarias de la “católica” isla de Flores. Las 4 personas dan de comer a los pacientes, se ocupan de los remedios y por la noche controlan que todo esté en orden antes de dormir. María comenzará el noviciado este mes, mientras que las 3 postulantes continuarán el programa de formación que la comunidad religiosa surcoreana conduce a Labuan Bajo. Desde el pasado mes, a la Casa del Amor y llegó también un joven de Flores. El muchacho desea “explorar” la espiritualidad de Kkottongnae  y discernir su propia vocación a la vida consagrada. 

La vida comunitaria en la Casa está marcada por un gran compromiso y rigurosa disciplina.

Cada día, el personal y los huéspedes de la estructura se despiertan temprano y van a la parroquia para participar a la misa matutina. Terminada la celebración, el grupo vuelve para desayunar; luego hay un encuentro de profundización de la Biblia. A inicios de la tarde, se desarrollan las actividades físicas. La cena se sirve muy temprano, porque a las 20 es ya hora de dormir. Además de estas actividades, en los locales de la Casa destinados a la formación es posible participar en los momentos de oración de la jornada.

El testimonio de fe ofrecida por la Casa maravilla a muchos indonesios, sobre todo por el espíritu de servicio y amor incondicional que caracteriza al trabajo del personal. A menudo sor Matthew y sor Thomas pueden contar con la caridad de los católicos locales o provenientes de otras partes del país. Un ejemplo es Ira Setiawan, médico cirujano en el hospital público de Labuan Bajo que en los casos se le pida ayuda va a visitar a los pacientes de la Casa.

La comunidad de Kkottongnae (“Pueblo de las flores” en coreano) fue fundada en 1976 por el franciscano p. John Oh Woong-jin (en la Foto 2 en el centro) en la diócesis de Cheongju. El providencial encuentro con el sacerdote con una persona sin techo, conocido como abuelo Kyong-Lak Choi, llevó a la construcción complejos de instituciones de rehabilitación, sanitarias, religiosas y espirituales. Desde entonces la comunidad se ocupó de más de 13 mil personas enfermas y abandonadas. La obra cuenta con otros 4 centros en Corea, cerca de 2 mil asistidos y 500 empleados, y más de 80 sacerdotes y 250 religiosas. En 2014, en ocasión de su viaje apostólico a Corea del Sur, el Papa Francisco visitó la “Casa de la esperanza” de Cheongju.

Hoy, Kkottongnae obra también en los EEUU, Filipinas, Bangladés, Uganda India, Haití, Canadá y la última en orden de tiempo Indonesia. La comunidad está tratando de abrirse a los católicos locales. “El rígido invierno coreano representa un serio obstáculo para los indonesios comprometidos en el período de formación. Por este motivo y para ir al encuentro a los tantos candidatos provenientes del Sudeste asiático, en el próximo futuro desarrollaremos los programas de formación y verificación en Filipinas, declara sor Mattew.