Desde el 11 al 16 de enero los obispos de Europa y América del Norte se encontrarán con la comunidades de Jerusalén Oriental, Ramallah y de la Franja. Encuentros oficiales, visita a ancianos, enfermos y discapacitados entre las citas entre programas. Un recorrido que desarrolla entre las 4 “p”: oración, peregrinación, persuasión y presencia.
Jerusalén (AsiaNews)-El encuentro es “la atención pastoral” de los cristianos de Ramallah, Jerusalén Oriental y de la comunidad de la Franja de Gaza, una pequeña realidad más fuerte que los muros y de las prohibiciones a los cuales casi se les prohibió festejar la Navidad en Belén en las semanas pasadas. Son estos los objetivos en el centro de la visita anual de la Coordinación de las Conferencias episcopales para el apoyo a la Iglesia de Tierra Santa (más conocido como Coordinación Tierra Santa), en programa desde el 11 al 16 de enero.
Entre los otros temas en programa hay también el reforzamiento de la paz y el diálogo, 2 elementos recurrentes durante los encuentros anuales de los prelados de Europa y América del Norte. A esto se agrega la visita a los enfermos, además de una casa donde las hermanas de Madre Teresa se ocupan de ancianos y discapacitados.
Este año los obispos encontrarán con los jóvenes de Ramallah y Jerusalén Oriental. Entre los eventos oficiales, una misa y una mesa redonda en el Patriarcado latino con el administrador apostólico Mons. Pierbattista Pizzaballa y el nuncio apostólico Mons. Leopoldo Girelli. Los prelados han confirmado su solidaridad y cercanía con los fieles de la Franja, a la cual Israel concedió pocos permisos para visitar Belén y otros lugares santos de las últimas fiestas de diciembre.
El tema elegido para la peregrinación, que se realiza ya desde hace más de 20 años, es “Promover el diálogo y la paz en Tierra Santa” en una zona en la cual es “extrema” la presión “política y socio-económica”. Como consolidada como tradición, la visita de solidaridad de los obispos de la Coordinación se desarrolla a través de cuatro pistas del trabajo indicadas con las 4 “p”: oración, peregrinación, persuasión y presencia.
La presencia de los obispos europeos y norteamericanos sirvió para hacer conocer voces y problemas de los cristianos de la región, una realidad a menudo en los márgenes y obligada a vivir en medio de grandes dificultades. Y sirvió también para los fieles en el mundo para conocer mejor los lugares en los cuales nació y vivió Cristo, favoreciendo aquella política del “ven y observa” fundamental para permitir a las comunidades de Tierra Santa poder sobrevivir.
Entre los temas profundizados en estos años están las reunificaciones familiares, las expropiaciones forzadas de terrenos, los desalojos y las demoliciones ilegales de casas. También a nivel verbal no faltaron tomas de posición significativas, con la denuncia de políticas de “ocupación” ilegal, “muros de división y opresión”. Repetidas las peticiones a israelíes y palestinos para que termine la violencia, los conflictos y la búsqueda de una paz duradera.
En tema de seguridad, los miembros de la Coordinación Tierra Santa afirmaron que “ser pro-israelíes, quiere decir también pro-palestinos. Esto significa garantizar justicia para todos, cuyo fruto cierto es una paz duradera para todos”.