Trump: buenas relaciones con China, a excepción de Huawei y del Mar de China

Delante del Congreso, el presidente de EE. UU. canta victoria en la guerra comercial con China. La conclusión de un acuerdo general con Beijing sigue siendo un espejismo. Washington sigue oponiéndose a Huawei, envía buques de guerra a las aguas reclamadas por los chinos y planea desplegar misiles hipersónicos en Japón.


Washington (AsiaNews/Agencias) - "Nuestras relaciones con China nunca han sido tan buenas”. En su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso ayer, 4 de febrero, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, elogió el reciente acuerdo comercial con Beijing, la primera fase de las negociaciones que deberían llevar a la conclusión de la actual guerra comercial entre las dos superpotencias.

Para Trump, el acuerdo ha reequilibrado las relaciones de poder entre su país y el coloso chino, acusado de perjudicar el mercado laboral de los Estados Unidos con prácticas comerciales desleales y de robar secretos y patentes de empresas estadounidenses, especialmente en el sector de la tecnología.

El presidente de EE. UU. jugará la carta de la "victoria" comercial con China en la campaña para su reelección. Sin embargo, las negociaciones con China relativas a la "fase dos" son muy difíciles, ya que la epidemia de coronavirus podría dañar el comercio entre los dos países. La creciente presencia militar de Washington en las aguas en disputa del Mar de la China Meridional también amenaza con afectar negativamente el diálogo entre los dos contendientes.

La obstinación de la administración Trump para bloquear la compra de tecnología 5G a Huawei, el gigante chino de las telecomunicaciones, así como la venta por parte de las empresas de alta tecnología de los Estados Unidos de productos tecnológicos considerados sensibles en términos de seguridad nacional, es quizás el principal obstáculo para la definición de un acuerdo global. Según informes de prensa, el presidente de los Estados Unidos se reunirá con organismos gubernamentales el 28 de febrero para considerar nuevas restricciones a las actividades de Huawei.

La administración Trump ha criticado fuertemente a la UE y a Gran Bretaña por permitir el uso, aunque limitado, de la tecnología Huawei en sus redes de Internet 5G.

Mientras tanto, China y los Estados Unidos continúan su "guerra fría" en el Mar de la China Meridional, donde Beijing tiene derechos soberanos impugnados por algunos Estados de la zona (Vietnam, Malasia, Indonesia, Filipinas y Brunéi). Durante años, la Marina de los Estados Unidos ha estado haciendo pasajes con buques de guerra en las cercanías de una serie de islas y arrecifes de coral que Beijing ha transformado en puestos de avanzada logísticos y militares. El objetivo de EE. UU. es afirmar la libertad de navegación y sobrevuelo en las aguas reclamadas por China.

Según los datos publicados el 5 de febrero por la Flota del Pacífico de los Estados Unidos, los buques de guerra estadounidenses navegaron cerca de las islas Paracel y Spratly siete veces en 2017. En 2018 había cinco, seis en 2017, tres en 2016 y dos en 2015.

Pero las operaciones navales de Washington también se extienden al Estrecho de Taiwán y al Mar de la China Oriental, otras dos áreas de alta tensión geopolítica con China. Estados Unidos es el garante tanto de la defensa de Taiwán -que Beijing considera una provincia rebelde- como de Japón, que administra las islas Senkaku, reclamadas por el gobierno chino. Y el pasado 10 de enero, el secretario del ejército estadounidense Ryan McCarthy dijo que las fuerzas armadas de Estados Unidos podrían colocar sus nuevos misiles hipersónicos, capaces de volar a más de Mach 5 (seis mil kilómetros por hora), en Senkaku y otras islas del sur de Japón.