Riad: tribunal secreto para disidentes y activistas, con tortura y pena de muerte

La denuncia contenida en una investigación de Amnistía Internacional iniciada en 2011. Analizó los casos de 95 personas de los cuales surgió violencia e incluso el uso de la pena de muerte. Un uso "sistemático" para silenciar la disidencia. Entre los objetivos golpear a la minoría chiita.


Riad (AsiaNews) - Arabia Saudita utiliza un tribunal secreto especial, creado para los casos de terrorismo, para perseguir sistemáticamente a los activistas pro-derechos humanos y otras voces críticas con la monarquía wahabí. Este es el resultado de una investigación publicada en los últimos días por Amnistía Internacional, que ha durado cinco años y ha analizado los casos de 95 personas presentados al Tribunal Penal Especial (Scc) de Riad.

La investigación muestra que el tribunal ha sido utilizado "sistemáticamente" como un arma para silenciar las críticas. Una acusación muy dura, que choca con la imagen "reformista" y "moderna" que el país ha tratado de mostrar al mundo exterior en los últimos años, bajo el liderazgo del Príncipe Heredero Mohammad bin Salman (Mbs).

Desde 2011, el tribunal especial de Riad ha utilizado las leyes antiterroristas (de gran alcance y amplitud) y las leyes sobre delitos cibernéticos para perpetrar juicios injustos e imponer sentencias sin ningún fundamento jurídico o fáctico. Las penas pueden llegar a ser de hasta 30 años de prisión; en algunos casos, los jueces han dictado sentencias de muerte para defensores de los derechos humanos, escritores, economistas, periodistas, voces críticas, líderes religiosos y reformistas. La minoría chiita, en lo que se considera el poder mundial del islam suní, ha terminado en el punto de mira. "Cada medida del tribunal penal Scc -subraya Heba Morayef, director regional de AI para Oriente Medio y el Norte de África- está manchada por abusos de los derechos humanos, desde la denegación de acceso a un abogado, pasando por la detención sin cargos, hasta las confesiones extraídas mediante tortura”.

En el Reino Saudita hay una monarquía sunita absoluta, gobernada por una visión wahabí y fundamentalista del islam. Las reformas introducidas en los dos últimos años por Mbs han tocado la esfera social y los derechos, incluyendo la luz verde para la conducción de vehículos de las mujeres y el acceso (controlado y en sectores especiales) a los estadios. Sin embargo, los arrestos de altos funcionarios y empresarios, la represión de activistas y voces críticas y, en última instancia, el asunto Khashoggi han arrojado una sombra sobre el cambio.

El Tribunal Especial Scc se estableció en 2008 para los casos de afiliación al terrorismo internacional, en particular la red de Al-Qaeda. Sin embargo, según los documentos del tribunal, las declaraciones del gobierno, así como los testimonios de activistas y abogados, el tribunal se ha convertido en una "parodia de la justicia" útil sólo para afectar la libertad de pensamiento y la actividad política pacífica. Una de las notas más duras es el uso de la tortura para extraer confesiones; al menos 20 personas han sido condenadas a muerte y, de éstas, 17 ya han sido ejecutadas. "La presunción de inocencia -concluye el abogado Taha al-Hajji, defensor de varios acusados en el Scc- no forma parte del sistema judicial de Arabia Saudita".