Cristianos. Mantener viva la esperanza en una Jerusalén en disputa

El Comité de Justicia y Paz subraya la incertidumbre sobre el futuro de la disputada y desgarrada ciudad santa. Las decisiones "unilaterales" hacen más difícil una "paz justa". Mons. Marcuzzo: fundamental "hacer que los cristianos permanezcan" y "fortalecer sus raíces". Un compromiso social y pastoral "para prevenir la migración".


Jerusalén (AsiaNews) - Jerusalén es a la vez "una ciudad santa" y una realidad en la que "una vida ordinaria" y "estos dos elementos son inseparables". Sin embargo, en los últimos tiempos "la incertidumbre en el futuro ha aumentado" debido a las "iniciativas" apoyadas por los Estados Unidos e Israel. Así lo afirma el Comité de Justicia y Paz de la Asamblea de los Ordinarios católicos de Tierra Santa en un documento difundido en estos días en el que se vuelve a criticar el llamado “Acuerdo del siglo”. La referencia es al plan de paz israelí-palestino del presidente de los Estados Unidos Donald Trump, exaltado por los israelíes y rechazado por los palestinos y la Iglesia de Tierra Santa. "Estas decisiones unilaterales - explican los líderes católicos - hacen aún más difícil imaginar una posible paz 'justa'".

El Comité de Justicia y Paz recuerda la posición de la Santa Sede que reclama un "estatuto especial" para la Ciudad Santa, para que "las personas de todas las religiones puedan visitar los lugares sagrados y rezar libremente y sin miedo". En este contexto se recuerda la posición de los cristianos palestinos de Jerusalén, "tentados de abandonar la vida pública" porque están aplastados entre los radicalismos que reivindican una "ciudad santa judía" y los musulmanes que sólo la quieren islámica.

Los cristianos palestinos de Jerusalén "están fuertemente arraigados en su identidad personal y en la dimensión religiosa y nacional". Ellos, a pesar de "su pequeño número", continúa el documento, pueden "responder a su vocación universal" trabajando por "la igualdad, la justicia y la paz" y contribuyendo "por todos los medios posibles al fin de los conflictos" en la ciudad.

Entrevistado por AsiaNews Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo, obispo auxiliar y vicario patriarcal de Jerusalén, subrayó que el compromiso de la Iglesia es "mantener a los cristianos" en esta tierra y "fortalecer sus raíces para conservarlos". Para hacerlos conscientes de que son parte de esta tierra y de esta historia, para evitar que se vayan". 

"Esta labor de sensibilización - continúa el prelado - la realizamos a través de las escuelas, que hoy son casi más importantes que las parroquias para mantener viva la fe y para animar a nuestros jóvenes a que se capaciten". Cuanto mejor sea su educación, afirma, mayores serán las posibilidades de "encontrar un trabajo, también porque los cristianos son sólo el 2% de la población", por lo que tienen menos posibilidades que los judíos y los musulmanes. "No se trata sólo de un compromiso en la esfera social, sino también de un trabajo en el campo de la pastoral para prevenir la migración".

En un momento histórico caracterizado por "la codicia y el individualismo" y en una realidad "compleja", concluye Mons. Marcuzzo, la tarea de los cristianos "es mantener la luz de la esperanza y el diálogo". "La nuestra es una llamada a la esperanza, que resuena en cada prédica y en el catecismo.