Sacerdote chino: En el coronavirus, aprendamos de los curas de Italia
de Shan Ren Shen Fu (山人神父)

El testimonio de sacerdotes cercanos a sus fieles infectados; las bendiciones eucarísticas por las calles de la ciudad; la disponibilidad a renunciar al respirador para salvar la vida a los pacientes más jóvenes. En China, si bien las autoridades hayan declarado la finalización de la cuarentena en casi todo el país, las iglesias permanecen cerradas y está prohibida cualquier reunión.

 


Beijing (AsiaNews)- Entre los sacerdotes chinos han hecho mucha impresión las noticias sobre el número de sacerdotes muertos por el coronavirus: hasta el 25 de marzo eran 68. Muchos de ellos han arriesgado la vida por estar cercanos a sus fieles en punto de muerte, otros dieron la disponibilidad dejando el respirador a un paciente más joven de ellos. Shan Ren Shen Fu, un sacerdote bloguero muy conocido en China, reporta algunas reacciones y comentarios divididos sobre la exigencia de seguridades higiénicas, que arriesgan de dejar a los fieles en la soledad y la exigencia pastoral de estar cerca de las propias comunidades. Reportamos amplios extractos del artículo difundido en las redes sociales chinas. Es necesario recordar que en China, si bien las autoridades hayan declarado terminada la cuarentena en casi todo el país. Durante la epidemia los muertos eran envueltos en sacos de plástico y llevados a los hornos crematorios sin ninguna ceremonia fúnebre.

Escribí un artículo sobre los sacerdotes italianos muertos por el coronavirus. Mi artículo suscitó malentendidos y oposiciones; si los sacerdotes no usan ni mascarillas, ni batas protectoras, no deberían salir para las visitas pastorales y tanto menos ir a visitar a los enfermos en los hospitales. El hecho que tú seas sacerdote no te protege del contagio y si no tienes las protecciones, arriesgas de contagiar también a los fieles que vienen a estar en contacto contigo.

Este punto de vista es fuerte e indiscutible. El número de los casos de contagio en Italia aumenta con una velocidad impresionante y ¡la tasa de mortalidad es casi del 10%! Cuando la epidemia explotó en China, los chinos en el extranjero habían comprado las mascarillas disponibles en todo el mundo para ayudar a sus conciudadanos. Ahora venimos a saber que no es que los italianos no usen las mascarillas, sino que dejan las pocas disponibles a los hospitales y a los doctores. Por esto, las personas-comprendidos sacerdotes y religiosas no logran tener las mascarillas de reserva.

Pedí a un fiel inmigrante en Italia: ¿por qué los italianos no usan las mascarillas? Él me respondió que ante todo esto es debido a la concepción que sólo los enfermos usan las mascarillas. Sino que el motivo principal es que además de las donaciones hechas durante el período de Año Nuevo chino, el resto fue comprado por los chinos para ser enviados a China. Así, ahora el gobierno invita a los ciudadanos a reservar las mascarillas a los operadores sanitarios. 

Esta mañana leí un artículo que llevaba por título: “Detrás del número de los casos en ITalia”. El artículo es muy conmovedor y afirma: “Ya que los pacientes son demasiado y faltan los equipos sanitarios, todos los enfermos sobre los 65 años renuncian a la atención por propia voluntad...También yo tengo 65 años, si junto a mí estuviese un paciente de 20 años y si los recursos pueden salvar sólo a una persona, renunciaría a la atención para dejar la esperanza de sobrevivir al joven”.

Hace unos días vi un video grabado después que Italia decidió la cuarentena. En este se veían a sacerdotes que llevaban en procesión a la Eucaristía y bendición al pueblo. Este video me impactó fuertemente y me sentí muy alentado. Aquello que movió a aquellos sacerdotes es la fe y el amor. Me vienen a la mente las palabras de Jesús: “No os dejaré huérfanos” (Jn 14,18). ¡El corazón oprimido por la grisura, en un instante está lleno de esperanza! 

Un sacerdote americano en cambio pensó ofrecer el servicio de la confesión en el aparcamiento de la iglesia, sin que el fiel descienda de su automóvil y manteniendo la distancia de seguridad. Esto también me parece adorable...

Un sacerdote que estudia en Roma comentó mi artículo: “¡Admiro muchísimo a los curas ancianos muertos en Italia! Ellos no fueron contagiados estando en sus casas, la mayor parte de ellos fuerona visitar a sus fieles, dando la extremaunción (porque en Italia hay muchos fieles y los enfermos necesitan recibir los sacramentos). Es justamente durante este período que fueron contagiados. En este momento de gran dificultad, debemos aprender y reflexionar sobre su valentía y su corazón pastoral.

Decidí entonces volver a mi parroquia (durante la cuarentena en Chino, se había ido a la casa de sus padres). Mi padre y mi madre me dijeron: “Los otros sacerdotes todavía no partieron, tú ¿por qué te apresuras? Y yo no sabía realmente qué contestar.