Mar de China Meridional: Manila critica a los chinos y respalda a Hanói

Los vietnamitas sostienen que un pesquero suyo fue hundido por un buque chino en aguas disputadas. El año pasado sucedió algo similar con una embarcación filipina. Los chinos incrementan su presencia en las aguas reivindicadas por las Filipinas. Aún así, Duterte quiere reducir las tensiones territoriales.


Manila (AsiaNews/Agencias) – Las Filipinas respaldan a Hanói en la disputa con los chinos por el hundimiento de un barco pesquero vietnamita en el Mar de China meridional.

Ayer Manila dijo estar profundamente preocupada por el incidente ocurrido el pasado 2 de abril en aguas disputadas, próximas a las islas Paracelso. Vietnam sostiene que una embarcación pesquera fue embestida en sus aguas territoriales, por un buque de la guardia costera china. Beijing replicó alegando que fueron los pescadores vietnamitas los que invadieron su zona, atacando a la unidad naval china, para luego hundirse con su barco. 

El hundimiento es una provocación para los filipinos, que han expresado su solidaridad con el gobierno de Hanói, recordando que se encuentran en la misma situación, El año pasado, un buque pesquero chino embistió a una embarcación filipina en las inmediaciones de Recto Bank, un afloramiento de origen volcánico en las aguas de las Islas Spratly, reivindicado por Beijing y Manila.  Tras pasar horas luchando por mantenerse a flote en el mar, 22 pescadores filipinos fueron rescatados por una embarcación vietnamita. 

En su declaración, el Ministerio de Relaciones Exteriores filipino remarcó que el incidente en Recto Bank dañó las relaciones de amistad con el gobierno chino, a la vez que reforzó los lazos con Hanói. El episodio resulta incluso más grave para los filipinos, dado que las naciones afectadas están negociando un código de conducta para la navegación en el Mar de China meridional. 

China reivindica casi el 90% de esta vasta superficie de agua. Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunéi, Taiwán y en parte Indonesia, se oponen a las pretensiones territoriales chinas.  Sin embargo, esto no ha impedido que Beijing militarizara algunas islas del área. Para contener la expansión china, los buques de guerra de los Estados Unidos patrullan regularmente la zona próxima a estas bases militares. Washington ha criticado enérgicamente el hundimiento del pesquero vietnamita, y acusó a China de aprovechar la crisis pandémica para ganar terreno en la región. 

La toma de posición de Manila respecto al reciente incidente en las Paracelso fue inesperada. Desde su elección en el 2016, el presidente Rodrigo Duterte ha hecho todo lo posible para construir una relación privilegiada con China. A diferencia de su predecesor, ha tratado de reducir las tensiones en el Mar de China meridional, decidiendo ignorar una sentencia de la Corte Internacional de Arbitraje de La Haya, que en el 2016 definió como “infundadas” las reivindicaciones territoriales chinas. En el mes de febrero, Duterte también anunció su voluntad de anular el acuerdo militar entre su país y los EEUU.

La opinión pública filipina es particularmente sensible al tema de las disputas territoriales con China. Las últimas jugadas de Beijing no han hecho más que agravar la situación. En el último mes, un buque de la Guardia costera china navegó en la zona próxima al Second Thomas Shoal, un banco de arena en las Islas Spratly que está ocupado por una guarnición del ejército filipino. En marzo, Beijing terminó de construir dos estaciones de investigación en otros tantos islotes del área (Fiery Cross y Subi Reefs), que también son reivindicados por Manila.