Muchos siguen trabajando pero no les pagan, l país es el segundo productor textil del mundo; el sector emplea a 4 millones de personas. Sin pedidos del extranjero, los propietarios de las fábricas despiden o no pagan al personal. Sindicato e Iglesia católica: proteger a los trabajadores.
Daca (AsiaNews)- En Bangladés 15 mil obreros de la industria textil han perdido el trabajo a causa del coronavirus. Entre aquellos que lo mantuvieron, muchos no son pagados.
La crisis pandémica está atacando duramente a la economía del poblado país. Por el momento se registran 1572 casos de contagio y 60 decesos. Las autoridades de Daca impusieron la cuarentena y restricción de la circulación, pero algunas empresas continúan produciendo.
Después de China, Bangladés es el principal productor y exportador mundial de artículos de ropa. La industria del sector- orgullo de la producción nacional- emplea más de 4 millones de personas, en su mayoría mujeres.
El problema es la caída de la demanda. Sin pedidos del extranjero, sobre todo de Europa, los productores eliminan el personal o no pagan a los trabajadores. “Después del bloqueo económico decidido por el gobierno, me quedé encerrada en casa por algunos días. El 5 de abril volví a la fábrica y descubrí que había sido despedida”, cuenta a AsiaNews Amana Akter.
La mujer vive en Savar, un distrito de la capital. Para ella, como para tantos bangladesíes, será difícil sobrevivir sin trabajo. “No sé si lograré encontrar otro empleo. No puedo ni siquiera desplazarme e ir a mi pueblo en el norte del país”.
Miles de historias en Bangladés son similares a la de Amara. Otro obrero textil Rashidul Islam, dice que no percibe su sueldo desde hace 2 meses. La fábrica donde trabaja no logra vender bastante y su titular bloqueó el pago de sueldos al personal. Rashidul vive en Ashulia, cerca de Daca y es padre de 2 hijos. Sin dinero no podrá alimentar a su familia ni pagar el alquiler. Para sobrevivir está obligado a pedir dinero en préstamo.
Babul Akhtar, secretario general del sindicato nacional de los trabajadores textiles, pidió a los propietarios de las industrias que paguen los salarios y detener los despidos. “Los titulares de las empresas-sostiene- deberían ayuda a los obreros. Es una cuestión de justicia, pero es también en su propio interés”.
Akhtar invita luego a los compradores extranjeros a no cancelar las órdenes, El p. Liton Hubert Gomes, secretario de la Comisión episcopal Justicia y paz, es de la misma idea. Según él el gobierno debe monitorear con atención la situación en las fábricas textiles y hacer de tal modo que los obreros sean tratados con justicia.