Raja Walter distribuye comida de forma gratuita a todo aquél que pasa necesidad, sin hacer distinciones de credo y etnia. La crisis pandémica agrava los problemas de alimentación que sufre el país. El ejemplo del empresario gastronómico cristiano sirve para promover la armonía social y religiosa en medio de la lucha contra el Covid-19.
Lahore (AsiaNews) – Todos los días, Raja Walter sacia el hambre de 300 personas en Youhanabad, un vecindario de Lahore donde la población es mayoritariamente cristiana. Allí, todos sufren los efectos del coronavirus. Raja es un pequeño empresario gastronómico cristiano, y distribuye comida a todas las personas necesitadas, sin tener en cuenta su fe o su pertenencia étnica.
La escenas de odio y prejuicio contra la minoría cristiana en este momento de crisis lo han marcado profundamente, alentándolo a llevar adelante esta obra de caridad. Según dice, “el amor por la humanidad debe prevalecer en Pakistán”.
Los contagios están creciendo en el país: los infectados ya suman 8418 y hay 176 muertos. Para contener la pandemia, el gobierno ha dictado rígidas medidas de aislamiento de la población y el bloqueo de la mayor parte de las actividades económicas, lo cual ha empeorado los problemas de malnutrición que afligen a muchos paquistaníes. Según el National Nutrition Survey del 2018, el 33% de los menores de edad tiene bajo peso; el 50% tiene carencias alimentarias.
“Sin la colaboración de Raja, jamás podría dar de comer a mis hijos”, dice Snober Ashiq, una madre que está pasando graves dificultades, obligada a procurarse comida para sobrevivir. Para la obra, el comerciante cristiano cuenta con la ayuda de su hermano, que vive y trabaja actualmente en Suecia. Raja no hace distinciones: si ve familias musulmanas haciendo la fila para comer, se acerca y les ofrece sentarse a la mesa en su pequeño local.
Shanila Ruth es diputada en la Asamblea nacional, en las filas del Pakistan Tehreek-e-Insaf, el partido del premier Imran Khan. Ayer visitó el local de Raja y lo felicitó por su gran esfuerzo humanitario. Lo mismo hizo el Pbro. Francis Nadeem, delegado de la Comisión Nacional para el diálogo interreligioso y el ecumenismo, quien lo definió como un “gran ejemplo de armonía social e interreligiosa”. El sacerdote usó la historia de Raja para pedir a todos los musulmanes del país que procuren ayudar a quien se encuentra en dificultades, sin hacer discriminaciones.
Durante la crisis pandémica, en algunas parte de Pakistán a la población cristiana se le niega la posibilidad de recibir ayuda alimentaria. Un conocido ulema, Sahibzada Asim Makhdoom, también coincidió en que eso es inaceptable e invitó a los musulmanes paquistaníes a ayudar a los hermanos cristianos.