El bloqueo decisivo por el gobierno será desde hoy hasta el 1° de junio. Muchos temen permanecer bloqueados lejos de casa. Cerrados también algunas conecciones ferroviarios y viales. Prohibiciones para detener el Mudik. Yakarta impuso un “cuarentena” integral.
Yakarta (AsiaNews) – Muchos indonesios se muestran contrarios a la decisión del gobierno de suspender todos los vuelos y aquellos de y para Indonesia, desde hoy hasta el 1° de junio. La medida fue adoptada para combatir al coronavirus, que en el país contagió a 7775 personas y provocado 647 muertos.
La suspensión de los vuelos están contemplados en el plan del gobierno para frenar el Mudik, el éxodo de millones de personas que de todos los grandes centros del país vuelven a sus ciudades natales para reunirse con sus familias durante la celebración islámica de Eid al Fitri.
La prohibición no afecta a los vuelos de carga, aquellos humanitarios y los viajes gubernamentales. La clausura vale también para los trenes de larga distancia en la isla de Java y para algunas arterias viales.
La decisión es un shock para los hombres de negocios y las familias: “Tenemos miedo de permanecer bloqueados”. Clarissa, una doctora de Yakarta, narra a AsiaNews que uno de sus hijos arriesga no poder volver a casa la semana próxima. El joven estudia andrología en la facultad de medicina de la universidad Airlangga en Surubaya y está completando su tesis doctoral. Endi, un hombre de negocios que se divide entre Yakarta y la provincia de Kalimantan Occidental, se dice preocupado por su trabajo.
El territorio indonesio es vasto y formado por miles de islas. Sin la posibilidad de volar, los viajantes deberán recurrir en ferry, pero que a menudo son largos e incómodos.
Con una cierta ironía, el intendente de Surakarta (Java central), Francis Xavier Hadi Rudyatmo, dijo que “ también quien decidió el bloqueo aéreo está obligado a respetarlo”. El blanco de su comentario es el presidente indonesio Joko “Jokowi” Widodo, que es originario de Surakarta, donde va a menudo.
Por temor de desencadenar una revuelta social, Yakarta no impuso una “cuarentena” integral. Las medidas restrictivas adoptadas para contener la difusión de la pandemia, rebautizadas por el gobierno “Pembatasan Sosial Berskala Besar”, prevén el respeto del distanciamiento social, limitaciones a la circulación y las actividades de trabajo. Permanecen abiertos los mercados y los pequeños negocios, aunque con horario reducido.