Yakarta, el coronavirus incrementa el miedo y la intolerancia
de Mathias Hariyadi

Se evita el contacto humano, sobre todo con los médicos y el personal sanitario. Tres enfermeras fueron apartadas de su vivienda alquilada por ser potencialmente contagiosas. Ciudades y pueblos que se niegan a sepultar a las víctimas del Covid-19. El país está bloqueado: las rutas aéreas, el transporte ferroviario y marítimo están suspendidos.

 


Yakarta (AsiaNews) – Se multiplican los casos de intolerancia por el coronavirus. Cada vez más indonesios evitan el contacto humano con las personas que están en mayor riesgo de contraer la enfermedad, sobre todo los médicos y el personal de salud.  

En Surakarta (Java Central), la propietaria de una vivienda alquilada echó a tres enfermeras que se alojaban en su propiedad por ser potencialmente contagiosas. “Mi esposo se enfermó hace algunos días, y las tres inquilinas podrían transmitir el virus”, fue la justificación que dio la dueña de casa. 

Francis Xavier Hadi Rudyatmo, el alcalde de Surakarta, pidió a la policía que investigue el episodio: “Es un gesto despreciable, que atenta contra el espíritu de tolerancia contemplado en la Pancasila, los cinco conceptos filosóficos sobre los cuales se funda la unidad nacional indonesia. 

En el asunto también tomó cartas el gobernador de Java Central, Ganjar Pranowohimself, quien contactó a la dueña de la vivienda para expresar su disgusto. Él destacó que la mujer podría haber recibido el mismo trato inhumano, ya que es una especialista en obstetricia.

La psicosis en el país ha llegado a tal extremo, que hay ciudades y aldeas que se niegan a sepultar a las víctimas del Covid-19. Para aislar a sus comunidades y prevenir el contagio, las autoridades locales impiden el acceso a los centros habitados. 

En la práctica, el país se encuentra bloqueado. En principio hasta el primero de junio, están suspendidos todos los vuelos comerciales y las rutas ferroviarias de larga distancia. Desde el 28 de abril también se encuentran suspendidos los enlaces marítimos entre las islas de Java y Sumatra: solo los buques de carga pueden cruzar el Estrecho de Sonda. 

Las restricciones sobre la circulación están generando grandes dificultades entre la población. La familia de Domi, una mujer fallecida recientemente en Yakarta, cuenta que no ha podido trasladar el cuerpo hasta Nias (Sumatra) para el funeral. Finalmente, fue sepultada en Cengkareng, en el distrito de Yakarta oriental, ante la presencia de un minúsculo grupo de amigos y familiares.