Lee Cheuk-yan: La vigilia del 4 de junio está atada al futuro de Hong Kong
de Paul Wang

Miles de personas se volcaron al Victoria Park, contraviniendo la ordenanza de la policía, que había prohibido las reuniones de más de ocho personas, alegando motivos “sanitarios”. Participaron muchos jóvenes que en años anteriores calificaban la vigilia como un ritual inútil. Además del Victoria Park, otros gestos multitudinarios se replicaron en Tsim Sha Tsui, Sai Ying Pun, Sai Kung and Tuen Mun, Yuen Long, Kwun Tong, Tsing Yi, Tai Wai y Sha Tin. La policía se mantuvo al margen, sin intervenir. Enfrentamientos en Mong Kok. En la iglesia de la Holy Cross, el obispo auxiliar, Mons. Joseph Ha, celebró una misa por lo muertos de Tiananmen.


Hong Kong (AsiaNews) – La vigilia del 4 de junio  – que se realizó ayer, a pesar de la prohibición de las autoridades – no se conecta solamente con el pasado, con el recuerdo de la masacre de Tiananmen, sino que también está atada al futuro de Hong Kong y a la lucha por la democracia en el territorio. Es lo que afirma  Lee Cheuk-yan, presidente de la Alianza en apoyo de los movimientos patrióticos y democráticos de China, que organiza la vigilia desde hace 31 años.

Esta mañana, en una entrevista con RTHK, Lee dijo que “la gente ha vivido el evento, no solo a modo de luto, para recordar lo que sucedió el 4 de junio de 1989, sino también pensando en el futuro de Hong Kong”.

La vigilia de ayer se llevó a cabo pocos días después de que el parlamento chino decidiera dar curso a una ley de seguridad nacional que será impuesta sobre la población de Hong Kong. Cabe recordar que hace casi un año que se suceden las manifestaciones en el territorio contra una ley de extradición – que luego fue retirada – y que han culminado con la creación de un movimiento que reclama plena democracia. En el preciso momento en que la gente se reunía en muchos puntos de la ciudad para participar en la vigilia, en el LEGCO (el Parlamento local) se aprobaba una ley que dicta multas y prisión para quien ofenda o tergiverse el himno nacional chino. 

Para Lee Cheuk-yan, es evidente el nexo entre los dos eventos: “el movimiento democrático de 1989, la ley de seguridad que llega a Hong Kong y el movimiento de protesta del año pasado, que fue suspendido [con la intervención] férrea y brutal de la policía de Hong Kong”. 

Por años, los grupos de jóvenes y estudiantes se mantuvieron al margen de la vigilia en el Victoria Park, por considerarla un ritual inútil, afirmando que los organizadores debían concentrarse más en la situación de Hong Kong, en vez de preocuparse en promover la libertad en el continente. Para Lee, el hecho de que este año la juventud haya acudido masivamente a la vigilia en el parque, y de que muchos la hayan celebrado en numerosos puntos de la ciudad, es señal de se está nuevamente unidos y de que democracia en China y democracia en Hong Kong constituyen un mismo reclamo. 

Anoche, miles se volcaron al Victoria Park para participar de la tradicional vigilia a la luz de las velas. Los participantes desafiaron la prohibición de la policía, que había alegado motivos “sanitarios”, es decir, impedir la difusión de la pandemia. En grupos de ocho personas – el máximo que permiten las ordenanzas – jóvenes, escolares y adultos se dieron cita en el parque. La policía había advertido que desplegaría cuando menos 3.000 efectivos de la brigada antidisturbios para evitar la reunión. Lo cierto es no intervino, y optó por mantenerse al margen. 

Solo hubo enfrentamientos con las fuerzas del orden en Mong Kok, cuando un grupo de manifestantes intentó cortar Argyle Street. En los demás puntos del territorio, la vigilia se desarrolló de forma pacífica, encendiendo velas, con cantos, eslóganes y en silencio. Además del Victoria Park, el tradicional punto de encuentro, se realizaron actos conmemorativos en Tsim Sha Tsui, Sai Ying Pun, Sai Kung y Tuen Mun. Y también en Yuen Long, Kwun Tong, Tsing Yi, Tai Wai y Sha Tin.

En siete iglesias del territorio, los católicos participaron en celebraciones litúrgicas en memoria de los muertos en Tiananmen (Holy Cross Church, St Bonaventure Church, St Francis of Assisi Church, Holy Redeemer Church, Saints Cosmas and Damian Church, St Benedict Church, St Andrew's Church). Las misas fueron preparadas por la comisión diocesana de Justicia y Paz. Anoche, el obispo auxiliar de la diócesis, Mons. Joseph Ha, presidió la misa en la iglesia de la Holy Cross.