Obispo de Kerala: Lloramos por la elefante, pero también por la vida humana, asesinada por los elefantes y por los abortos
de Biju Veticad

El arzobispo de Changanacherry, Mons. Joseph Peruthottam, comenta la gran difusión mundial de la noticia de la elefante asesinada por haber comido un ananá lleno de petardos. Es necesario preocuparse también de las víctimas asesinadas por los animales salvajes. Pero sobre todo elevar la voz sobre la supresión de los embriones humanos asesinados con el aborto por año.. En India se realizan 15 millones de abortos por año. Una nueva ley permite la interrupción del embarazo hasta la 20 semana.  

 


Changanacherry (AsiaNews) – “La protección de los animales… è una importantísima responsabilidad de los seres humanos”, pero es igualmente importante defender la vida humana, delante de millones de abortos en India y en el mundo. Es necesario preocuparse también de las víctimas asesinadas por los animales salvajes, entre los cuales los elefantes.

Es cuanto afirma Mons. Joseph Peruthottam, arzobispo de Changanacherry (Kerala), comentando la fortuna de una noticia difundida hace unos días, de una elefante embarazada, que murió después de haber comido un ananá lleno de petardos. La noticia dio vuelta el mundo y suscitó conmoción y discusiones en toda India, también entre los políticos. Algunos miembros del Parlamento la han utilizada para atacar a los musulmanes considerados responsables del cruel gesto.

Interviniendo en el periódico católico del sur, “Deepika”, el pasado 9 de junio, Mons. Peruthottam subrayó que es “cierto, que la protección de los animales y de la naturaleza es una de las más importante responsabilidad del ser humano”. Pero junto a la protección de los animales salvajes y de la naturaleza, es también necesario garantizar que estos animales no destruyan la agricultura y la vida de las personas. Es más, él afirma que el número de las personas que residen cerca de los bosques.

El arzobispo recuerda que hay muchos casos en los cuales seres humanos son asesinados por los animales. Es más, él afirma que el número de personas asesinadas por los animales es superior a aquel de los animales (salvajes) asesinados por los hombres. En lugares como Munnar (Kerala, ciudad situada en la cadena montañosa de los Ghati occidentales) y en otras zonas forestales del Estado, los ataques de animales salvajes contra el hombre se convirtieron en rutina.

En los días pasado, por ejemplo, algunos elefantes penetrados en la ciudad destruyeron al menos 5 negocios. Y durante la cuarentena estos episodios de destrucción eran casi una normalidad. 

A un cierto punto, el obispo recuerda que en India se realizan cada año al menos 15 millones de abortos y cerca de 55 en el mundo (datos de 2017). Y hace notar que mientras la muerte del embrión de elefante conmueve y es conocida por todo el mundo, nadie se preocupa de los embriones humanos. Al contrario, políticos y líderes de India no critican la ley india que legalizó el aborto hasta la 20ma semana de gestación. “El derecho a la vida-explica el obispo- es un derecho fundamental de un ciudadano en cualquier país y en aquel modo nosotros facilitamos el asesinato de un ser humano mientras su vida brota en el seno (de la madr). Esta es una atrocidad, confirmada por el sistema judicial indio, que en cambio debería defender a las personas y la justicia social”.