Cientos de personas se enfrentaron con los militares en el marco de la manifestaciones contra la clase política “corrupta e incapaz”. Al menos 36 personas terminaron en la cárcel por provocar daños en la propiedad pública y privada. El presidente Aoun, contra los “vándalos”: “los actos vandálicos ya no serán tolerados”.
Beirut (AsiaNews/Agencias) - El ejército libanés efectuó decenas de arrestos de personas sospechosas de cometer actos de “vandalismo”, tras varios días de protestas contra el gobierno, agudizadas por la hiperdevaluación de la moneda y por la peor crisis económica que se recuerde en décadas, agravada por la pandemia de Covid-19. Durante todo el fin de semana, en el país de los cedros cientos de personas se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, en el contexto de manifestaciones masivas contra una clase dirigente rotulada como “corrupta e incapaz”.
Una situación explosiva que también preocupa al patriarca maronita, que en su homilía de la misa dominical, atacó a las facciones que alimentan el “caos y la revuelta”.
Según un comunicado difundido esta mañana por el ejército, el número “total de arrestos efectuados por la inteligencia militar entre el 11 y el 15 de junio, en varias partes del país, es de 36 personas, por actos de vandalismo”. Los cargos de acusación incluyen daño de la propiedad pública y privada, además de ataques deliberados contra las fuerzas de seguridad.
Fuentes locales informan que los soldados realizaron una serie de allanamientos en la ciudad portuaria de Trípoli, en el norte del país. Por tres noches consecutivas, hombres a cara cubierta asaltaron bancos y negocios, arrojando piedras contra los militares, que respondieron disparando proyectiles de goma y gases lacrimógenos. El personal sanitario informa decenas de heridos.
Tras las jornadas de protestas violentas, desde la noche del 14 de junio reina una aparente calma y las manifestaciones mantienen un tono pacífico. Ayer, el presidente de la República, Michel Aoun, habló con la cúpula de las fuerzas de seguridad respecto a la situación del país: en la cumbre participaron ministros y altos oficiales. Al término del encuentro, Aoun subrayó que “los actos vandálicos de este tipo ya no serán tolerados, a partir de hoy”.
Para referirse a la violencia también intervino el Primer Ministro Hassan Diab, quien condenó los actos de “sabotaje” cometidos por “vándalos” en Beirut y Trípoli. Si bien no fue explícito en sus declaraciones, se presume que se refería a los hombres de Hezbollah y Amal, que tiñeron de violencia las manifestaciones. “Estos vándalos - dijo el jefe de gobierno - no tienen otra motivación que cumplir actos vandálicos, y deben ser enviados a prisión”.