Misa crismal, Mons. Pizzaballa: en un mundo que crea esclavitud, Cristo nos vuelve libres

Se celebró hoy la misa cancelada durante la Semana Santa, en el contexto de las medidas de la cuarentena para frenar la pandemia de Covid-19. Fue celebrada en la iglesia del Getsemaní, no en el Santo Sepulcro. Para el administrador apostólico la emergencia se vuelve una invitación para “repensar en nosotros mismos” y en los orígenes de la fe.

 


Jerusalén (AsiaNews)- En un mundo “que habla de libertad” pero que inventa siempre más “nuevas formas de esclavitud”, los cristianos están llamados a permanecer “libres para el hoy de la esperanza de la Salvación, que resuena en cada encuentro verdadero con Cristo”. es cuanto afirmó Mons. Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del Patriarcado de Jerusalén de los latinos, en la misa Crismal, celebrada hoy en la iglesia del Getsemaní en Jerusalén. Es la celebración que cada obispo celebra con su propio clero, prevista para la Semana Santa, fue postergada a causa de la cuarentena impuesta a causa de la pandemia de Covid-19. Al rito de hoy han participado obispos, sacerdotes, monjes, religiosas y algunos fieles, gracias al parcial aflojamiento de las medidas restrictivas en Israel.

“El olio de los catecúmenos que bendecimos-subrayó en la homilía l prelado- nos reclama esta dignidad pero también en este coraje bautismal, que debería hacer de nosotros unos opuestos a los otros, sino testigos siempre nuevos de veracidad y libertad evangélicas”. Esto resulta aún más importante hoy, en un mundo que demasiado a menudo “bajo apariencias de novedad”, repropone viejas lógicas de dominio y prevaricación”.  

Mons. Pizzaballa recuerda el período de clausuras de los lugares de culto y de distanciamiento impuesto por la pandemia, subrayando que por “primera vez [...] nos encontraremos para la Misa crismal, fuera de la Semana Santa y sobre todo, fuera d la Basílica del Santo Sepulcro”. La celebración de hoy, prosigue, no es solo “un reenvió impuesto por las circunstancias que conocemos. Me aparece más bien-prosigue- como una invitación a [...] tomar otra posición”. Cristo pide “abrir de nuevo el rótulo de las Escrituras, de leer la verdad de nuestro presente”.

“El período difícil que hemos vivido, por la pandemia y por sus consecuencias, debe , a volverse- es la invitación del administrador apostólico-también una invitación a repensar n nosotros mismos en modo diverso un nuevo puesto en el mundo”. Y también el sacerdocio va contemplado “tratando de reencontrar en este la intención de Dios y Su voluntad”. “No debemos -advierte- inventar nuevos lugares o nuevos roles de la Iglesia y de los sacerdotes en el mundo, pero sólo recolocarnos en el puesto que fue de Jesús y que debe ser también el nuestro: el Cenáculo y la Cruz”. 

El prelado recuerda que en el Getsemaní está en juego la relación de Jesús con el Padre, que está constitutiva de su identidad, la relación con los propios hermanos y con el maligno, con Satanás “que vuelve con su fuerza tentadora”. Este lugar, concluye Mons. Pizzaballa, “nos reclama justo a esto, a un abandono total en la voluntad de Dios”.