Interviniendo en la 43ra sesión del Consejo por los derechos humanos, el nuncio Francisco Jurkovič exhortó a todos los estados a “reconocer, defender y promover los derechos fundamentales de cada persona”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - La discriminación racial en todas sus formas es absolutamente intolerable. Volvió a reafirmarlo el Vaticano por boca del observador permanente de la Santa Sede, Francisco Jurkovič (en la Foto), interviniendo en la 43ra sesión del Consejo por los derechos humanos, sobre el tema “actuales violaciones de los derechos humanos de inspiración racial, racismo sistémico, brutalidad de la policía y violencia contra la protesta pacífica”.
El diplomático vaticano exhortó a todos los Estados a “reconocer, defender y promover los derechos fundamentales de cada persona”. De hecho todos los miembros de la familia humana están hechos a imagen y semejanza de Dios”. Ellos, subrayó, son “iguales en su intrínseca dignidad, prescindiendo de raza, nación, sexo, origen, cultura o religión” de pertenencia.
“No es posible-dijo aún, recordando las palabras del Papa- tolerar o cerrar los ojos frente a cualquier tipo de racismo o forma de exclusión social y pretender al mismo tiempo defender la sacralidad de la vida humana”. Llegó el momento de poner fin a los prejuicios, a los preconceptos y a la desconfianza recíproca que están en la base de “discriminación, racismo y xenofobia”. “Nadie-agregó-debe sentirse aislado y nadie está autorizado a pisotear la dignidad y los derechos de los otros”. “Pisotear la inviolable dignidad de los otros, quiere decir de hecho pisotear la propia”. Haciendo eco a cuanto afirmado por Francisco durante la audiencia general del 3 de junio pasado, Jurkovič advirtió: “la violencia es auto destructiva y autolesionista. Nada se gana con la violencia y mucho se pierde”.