Papa: La gracia de Dios es siempre más potente del mal

En el Ángelus, el Papa Francisco comenta el “no tengan miedo” del Evangelio: la hostilidad hacia el anuncio para reducirlo al silencio; la persecución hasta el asesinato; la sensación de sentirse abandonados por Dios. “Asegurar la necesaria protección” a las personas refugiadas. “Ser más responsables del cuidado de la casa común”. El saludo a los jóvenes y el ejemplo de San Luis Gonzaga muerto muy joven curando a los enfermos de peste..

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “ La gracia de Dios es siempre más potente del mal”: así el Papa concluyó su reflexión sobre el Evangelio de hoy (Mateo 10, 26-33), introduciendo la oración del Ángelus con los fieles en la plaza de S. Pedro. 

El Papa también dirigió un pedido para el cuidado de la “casa común”, o sea el ambiente. El pontífice también expresó una oración especial por los jóvenes, en el día en el cual la Iglesia hace memoria de San Luis Gonzaga.

Comentando el Evangelio, Francisco subrayó que Jesús invita a sus apóstoles a “no tener miedo”, describiendo “tres situaciones concretas que ellos se encontrarán a afrontar”.

La primera es “la hostilidad de cuantos querrían hacer callar la palabra de Dios, endulzándola o haciendo callar a quien la anuncia”. Los discípulos deben “anunciar desde las terrazas”, o sea públicamente, su Evangelio”..

La segunda dificultad es la persecución hasta la muerte. “¡Cuántos cristianos-dijo Francisco- son perseguidos tambi´n hoy en el mundo! (Ellos) sufren por el Evangelio y con amor, son los mártires de nuestros días. Y son más hoy que aquellos del pasado… No debemos dejarse asustar por cuantos tratan de apagar la fuerza evangelizadora con la arrogancia y la violencia… El único miedo que el discípulo debe tener es el de perder...la cercanía, la amistad con Dios”.

La tercera prueba es cuando los discípulos tendrán la sensación “que Dios mismo los haya abandonado, quedando distante y silencioso”. El Papa recordó que “también Jesús” probó esta experiencia en el huerto de los olivos y en la cruz. Y agregó: “El Padre se ocupa de nosotros, porque grande es vuestro valor a sus ojos. Lo que importa es la franqueza del testimonio de fe: ‘reconocer a Jesús delante de los hombres” e  ir adelante haciendo el bien”.

“María Santísima-concluyó- modelo de confianza y de abandono en Dios en la hora de la adversidad y del peligro, nos ayude a no ceder jamás al desesperar, sino confiar siempre a Él y a su gracia, más potente que el mal. La gracia de Dios es siempre más potente del mal”.

Después de la oración del Ángelus, citando la Jornada mundial ONU del refugiado, el Papa dijo que “la crisis provocada por el coronavirus puso en luz la exigencia de asegurar su dignidad y seguridad”. E invitó a todos a rezar y ser factores en la “protección de todo ser humano, en particular de cuantos fueron obligados a escapar por situaciones de grave peligro para ellos y sus familias”

Francisco luego hizo notar que durante la cuarentena por la pandemia hemos redescubierto “la belleza de tantos lugares libres del tráfico y de los ruidos. Ahora con el reinicio de las actividades debemos ser más responsables del cuidado de la casa común”. Y citó algunas iniciativas “desde abajo” para la defensa y el cuidado del ambiente.

Al final, saludando a los jóvenes, dijo: “Hoy recordamos a San Luis Gonzaga, un joven lleno de amor por Dios y por el prójimo que murió muy joven aquí en Roma, porque se ocupaba de cuidar a los enfermos de la peste. A su intercesión confío a los jóvenes de todo el mundo”.