En Depok, 21 monaguillos fueron seducidos por su tutor
de Mathias Hariyadi

El caso fue denunciado en la policía. El párroco y el obispo de la diócesis de Bogor coinciden en que este tipo de escándalos sexuales en el seno de la Iglesia debe ser  expuesto públicamente para que se asegure justicia a su autor. 


Yakarta (AsiaNews) – Por primera vez, un proceso judicial podría darse en el seno de la Iglesia Católica de Indonesia. El párroco de la St. Herculanus Parish Church de Depok (en la foto), apoyado por el obispo de Bogor, Mons. Paskalis Bruno Syukur OFM, está decidido  a entregar al depredador sexual ante la justicia.   

En aquella iglesia de Java Occidental, cerca de 21 monaguillos fueron inducidos a prácticas sexuales por su tutor, conocido como SPM (42 años). 

SPM es abogado y obtuvo la licenciatura en Derecho en la Universidad Católica de Yakarta. Tras desempeñarse por varios años como tutor de los monaguillos, el nuevo párroco le asignó un nuevo rol, como responsable de la liturgia, en febrero del 2020.


Cosas extrañas

Este caso chocante de un depredador sexual que involucra a un hombre del círculo interno de la iglesia parroquial surgió en principio cuando los padres de las víctimas se quejaron de algunas “cosas extrañas” que observaban en sus hijos, cuyas edades oscilan entre 11 y 12 años. 

Con la asistencia de la comisión KWI por la Justicia y la Paz, se instituyó un equipo de investigación para buscar indicios y llegar al origen de los cambios de conducta repentinos en estos monaguillos. 

Finalmente hallaron lo que jamás pensaron que podría suceder: sus hijos habían sido seducidos con frecuencia por SPM para llevar a cabo actos sexuales. A veces, en el edificio de la iglesia parroquial; otras, en el domicilio del autor o en otros lugares. Lo que causó más consternación para los padres fue saber que un caso similar, con el mismo autor, ya había sido descubierto en el 2014.  

La madre de una de las víctimas pescó al SMP in fraganti con su hijo, en un acto sexual en su propia casa y presentó la denuncia ante el párroco. Sin embargo, cuando las conductas sexuales de SPM con los monaguillos salieron a la luz por primera vez, el párroco de aquél entonces llegó a un “acuerdo familiar” para poner fin al caso. 

La comunidad católica de la parroquia de St. Herculanus se sintió particularmente incómoda por la decisión del párroco de aquél entonces, que continuó manteniendo a SPM como tutor de los monaguillos. 

No queda claro cuál fue el motivo por el cual el hombre no fue apartado ni recibió un serio apercibimiento para poner fin a este escándalo sexual, siendo que el párroco de aquél entonces mantuvo a SPM en la misma posición  de tutor de los monaguillos hasta que un nuevo sacerdote lo desplazó, asignándole otro cargo en febrero del 2020.   

Con el apoyo de la Comisión de Justicia y Paz de la KWI y de un letrado del equipo legal, los padres de las víctimas finalmente presentaron el caso ante la policía de Depok y el autor fue detenido, a pesar de que en un principio se negó a reconocer el crimen.

El caso atrajo gran atención de la comunidad católica indonesia, cuando la policía expuso públicamente la cuestión la semana pasada. 


La acción positiva de la Iglesia

Al hablar con AsiaNews y comentar este caso que ha consternado a toda la comunidad católica indonesia, el abogado de las familias de las víctimas, Azas Tigor Nainggolan, afirma que el número de víctimas podría aumentar. El escándalo se prolongaba desde el 2002 y es la lógica indica que aparecerán más víctimas, aún cuando al día de hoy “solo tenemos 21”.  

Lo que brinda seguridad a Nainggolan a la hora de actuar, es el hecho de que tanto el párroco como el obispo de la diócesis de Bogor, Mons. Paskalis Bruno Syukur, comparten la intención de que este tipo de escándalos sexuales dentro de la Iglesia sea expuesto públicamente y que se garantice que sus autor sea llevado a la justicia. 

Al hablar con AsiaNews sobre este incidente, el obispo Syukur confirmó su apoyo a la acción legal que lleva adelante Nainggolan para entregar al culpable a la justicia. “Lo he autorizado para hacer frente a este problema”, dijo.

El actual párroco de la St. Herculanus Parish Church, el Pbro. Sirilus Yulius Natet, se hizo eco de sus palabras. Entrevistado por decenas de periodistas sobre el escándalo, dijo “casi todo” a los medios. Aseveró que no va a encubrir este incidente, con la esperanza de poner fin a este tipo de crimen en la iglesia: “Este tipo de proceso legal debiera convertirse en una mejor práctica a ejercitar en la Iglesia, no encubriendo el caso, sino poniendo fin a esto, de un modo apropiado”, dijo a AsiaNews

 

Opiniones discrepantes

Como es lógico, este “nuevo” enfoque que llevan adelante el obispo de Bogor y el párroco de St. Herculanus puede suscitar opiniones diversas en el seno de la comunidad de la iglesia y entre los sacerdotes de la misma diócesis. Algunos expresaron sus preocupaciones y críticas por la publicación del caso, ya que este crimen sexual ocurrido dentro de la iglesia fue presentado oficialmente ante la policía. 

“¿Por qué no se trata [el caso] dentro de nuestra misma comunidad?”. Preguntó a AsiaNews un parroquiano, sin dar su verdadero nombre, en vista de lo sensible del caso para todos los feligreses de St. Herculanus.

Nainggolan, que actualmente es el abogado de las víctimas y de sus familias, no niega esta afirmación. “Realmente hay opiniones discrepantes - dice a AsiaNews -, tanto entre los sacerdotes como en la comunidad católica, respecto a cómo afrontar este problema. Incluso hay algunos sacerdotes que me han acusado abiertamente de ‘destruir’ la buena imagen de la Iglesia Católica”. “De todos modos, tanto el obispo de Bogor como yo tenemos un objetivo en común: cómo poner fin, desde las bases legales, a este crimen sexual que involucra a las personas de nuestra comunidad”. 

"Nuestro objetivo es claro: proteger a las víctimas, mostrando al mismo tiempo comprensión y protección hacia ellas por parte de la Iglesia. La Iglesia debe comportarse como protectora de las víctimas y de sus familias. Y no combatir contra ellas ”, explica Nainggolan, que ha pasado varios años trabajando con el apostolado social de los jesuitas en el Social Institute, luego disuelto, antes de abrir su estudio jurídico.  

“Todavía sigo siendo católico devoto, y mi posición profesional de abogado es defender a las víctimas y garantizar su interés y el de sus familias, para lo cual fui autorizado por el obispo de Bogor”, agrega. Además, rechaza cualquier “acusación” por parte de un cura que lo señala por su atrevimiento al haber expuesto la historia ante la opinión pública. 

"Esta historia podría ser apenas la punta de un iceberg, que no tenemos el coraje de revelar abiertamente, [que involucraría] a otros culpables entre las personas consagradas en la Iglesia”, sostiene. El equipo legal de apoyo está formado por una religiosa, un psicoterapeuta y un sacerdote que trabajan detrás de escena para proteger a las víctimas y a sus familias.