Fengxiang, Mons. Pietro Li Huiyuan, ex obispo subterráneo, se instala como obispo oficial
de Wang Zhicheng

Mons. Li era ex obispo coadjutor, reconocido por la Santa Sede, desde 2017. El “tranquilo” paso de la clandestinidad a la oficialidad preparado preparado por Mons. Luca Li Jingfeng. Las garantía de libertad dadas por las autoridades del gobierno provincial. La unidad de la diócesis y de toda la Iglesia de Shaanxi.

 


Fengxiang (AsiaNews) – Con una ceremonia en la catedral de san José, se instaló como obispo oficial, Mons Pietro Li Huiyuan, desde 2017 obispo no oficial de la diócesis de Fengxiang (Shaanxi), pero reconocido por la Santa Sede ya desde 2015 como obispo coadjutor. 

En la ceremonia han participado muchos obispos de Shaanxi: Mons. Giuseppe Tong Changping de Weinan; Mons. Giuseppe Wu Qinjing  de Zhouzhi; Mons. Giuseppe Han Yingjin de Sanyuan; Mons. Antonio Dang Mingyan de Xian; Mons. Stefano Xu Hongwei de Hanzhong; Mons. G. Battista Yang Xiaoting de Yanan (v. Foto). A causa de los reglamentos durante la emergencia de la pandemia- registra aún focos en Beijing y Xian- han podido tomar puesto en la catedral sólo 300 católicos, junto a diversas autoridades civiles.

La diócesis de Fengxiang tiene 20 mil fieles, 50 sacerdotes y 200 religiosas.

“Todo se desarrolló en modo muy tranquilo y solemne” dijo a AsiaNews, uno de los fieles presentes.

Mons. Li Huiyuan tiene 55 años y fue obispo coadjutor de Mons. Luca Li Jingfeng, muerto en 2017, que en su vida jamás había aceptado pertenecer a la Asociación patriótica.

Con la toma de posesión del obispo sucede también el pase de toda la diócesis de la Iglesia subterránea a la Iglesia oficial. 

A diferencia de cuanto está sucediendo en las diócesis de Fujian, Zhejiang, Henan, Guangdong, Heilongjiang, donde las autoridades del gobierno son muy duras hacia las comunidades no oficiales, en Shaanxi l gobierno intenta desde hace tiempo una cierta armonía con la Iglesia.

Según algunos sacerdotes de la diócesis, el pasaje del ser “subterráneos” a la oficialidad sucedió con “tranquilidad” gracias a algunos factores:

1.El proceso ya había sido preparado por Mons. Li Jingfeng, que habría aceptado el reconocimiento gubernamental sólo a condición de no romper su relación con el Papa y con la garantía de libertad religiosa para sus comunidades.

2.Las autoridades de Shaanxi, deseosas de aplanar el problema dieron estas garantías a Mons.  Luca Li y luego a Mons. Pietro Li. Hace poco tiempo sucedió el problema de una iglesia destruida en Qianyang. Las autoridades se disculparon porque deben cumplir las indicaciones de los nuevos reglamentos sobre las actividades religiosas. Éstos prevén estrictas normas de seguridad para los edificios sagrados-que la iglesia de Qianyang no poseía- y la edificación de las iglesias en lugares poco visibles y escondidos. La iglesia de Qianyang en cambio estaba construida en pleno centro. Para “disculparse” de la destrucción, las autoridades prometieron un nuevo terreno para edificar la iglesia, pero en la periferia.

3.Ya en tiempos de Mons. Luca Li, todos los sacerdotes de Fengxiang estaban de acuerdo sobre el paso que había que dar por lo cual no había división entre ellos. Hay también una profunda unidad con todas las otras diócesis de Shaanxi, lo que facilita las relaciones con las autoridades del gobierno provincial.

El nuevo caso “es un hombre de fe, honesto, sincero. Es un poco tímido, pero es muy respetado por todos”. Para pasar de la clandestinidad a la oficialidad, se necesitaba- según el método “democrático” impuesto a la Iglesia oficial china-que fuese elegido un candidato a través de la votación de un comité diocesano: Mons Pietro Li fue votado por unanimidad.