Zarif en la ONU: el acuerdo nuclear, atado al fin del embargo sobre las armas

Discurso del ministro de Relaciones Exteriores iraní, en el encuentro “virtual” del Consejo de Seguridad. Una respuesta a los ataques estadounidenses, que presionan a favor de una duración “indefinida” de la veda sobre la venta de armamento. El jefe de la diplomacia de Teherán hace un detalle de los “numerosos actos de agresión” estadounidenses. Anhela un Oriente Medio fuerte, capaz de asegurar una “estabilidad territorial”. 


Teherán (AsiaNews) - Mantener el acuerdo en materia nuclear con las potencias que aún siguen vinculadas a este, dependerá de que se ponga fin - tal como estaba programado - al embargo de la ONU sobre la venta de armamento a Irán, medida que Estados Unidos pretende prolongar. Es lo que afirmó, el pasado 30 de junio, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Javad Zarif, durante un encuentro “virtual” del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cuyo tema central fue la aplicación de la Resolución 2231. El líder de la diplomacia de Teherán condenó la “maligna” política unilateral de EEUU, que termina  minando la paz y la seguridad global. 

Para Zarif, el calendario que define la eliminación de las restricciones sobre armamento que afectan a Irán, contenido en la resolución, es parte inescindible de un compromiso que ha demandado gran esfuerzo, en el marco de tratativas que culminaron en el acuerdo nuclear.  Este “exhorta de manera explícita la plena aplicación”, de acuerdo con los tiempos definidos. “Toda tentativa” orientada a “enmendar o cambiar” el calendario implica “minar por completo la Resolución 2231”.

En mayo del 2018, el presidente de los EEUU, Donald Trump, ordenó el retiro del acuerdo nuclear (JCPOA) que fuera impulsado por Barack Obama, introduciendo las sanciones más duras de la historia. Se trata de una decisión que ha provocado una significativa caída en la economía iraní y un colapso en el precio del petróleo. En respuesta a ello, Teherán ha amenazado con reanudar el enriquecimiento de uranio para finalidades civiles, si bien continúa subrayado que “un acuerdo aceptable”  siempre sigue siendo posible.

Las palabras del jefe de la diplomacia de Teherán constituyen una respuesta al pedido presentado por el secretario de Estado de los EEUU Mike Pompeo, quien ha presionado para que el Consejo de Seguridad de la ONU prolongue el embargo sobre la venta de armas, que afecta a Irán. En el borrador de esta medida, que fue circulado entre los 15 países miembros, la veda tendría un duración “indefinida” contra aquella [nación] que, según se lee, constituye la “mayor amenaza” para el Oriente Medio. Fue inmediata la réplica de China y Rusia, que ya han manifestado su oposición a un decisión de este calibre. 

Al tomar la palabra, Zarif recordó que “por primera vez en la historia de las Naciones Unidas, un miembro permanente” del Consejo de Seguridad “castiga a los países y ciudadanos particulares porque “no violan” una resolución suya. El diplomático luego hizo un recorrido por los 13 años de negociaciones que culminaron con la firma del JCPOA; destacando que éste es “inseparable” de la Resolución 2231. A pesar del retiro “unilateral” de los Estados Unidos, “por un año entero, hemos continuado con la plena aplicación” del pacto, tal como demuestran “los 15 informes consecutivos” de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). 

El programa nuclear, prosigue Zarif, “sigue sujeto al ‘mas robusto’ régimen de inspecciones de la historia’, al punto de que del 2016 al 2019, “más del 92% del total de inspecciones globales fueron realizadas en Irán”. A pesar de ello, Estados Unidos ha continuado con una política hostil hacia Irán y sus vecinos, con acciones militares, suministro de armas y sostén material, como sucede en Yemen, escenario de “crímenes de lesa humanidad”. 

Zarif rechaza las acusaciones del “régimen” estadounidense, que acusa a Irán de “inmiscuirse en su propia región” cuando es “obvio que queremos colaborar con nuestros [países] vecinos para crear una región fuerte”, que sea capaz de asegurar una “estabilidad territorial”. Por último, el líder de la diplomacia de Teherán expresa el deseo de que la comunidad internacional y el mismo Consejo de Seguridad consideren “al gobierno de los Estados Unidos como el responsable de las consecuencias de sus actos ilícitos”. Entre ellos, hay “actos de terrorismo económico” que privan al pueblo iraní de la comida y de los medicamentos.