Las fábricas chinas que producen mascarillas, en crisis

Tras un boom al inicio de la pandemia, muchos establecimientos del sector han cerrado sus puertas. La fábricas producen más de 200 millones de unidades por día. El cierre de las operaciones, a causa de la sobreproducción. Los operarios que se han quedado sin trabajo protestan por la falta de pago de los salarios atrasados. Una remuneración de 350 euros por la confección de 3.000 mascarillas sanitarias. 

 


Hong Kong (AsiaNews) – Luego del boom en las primeras fases de la pandemia, sobreviene la crisis para los establecimientos chinos que producen mascarillas protectoras para el Covid-19. Según el China Labour Bulletin (CLB) de Hong Kong, desde principios de mayo hasta fines de junio se han registrado nueve huelgas o manifestaciones de protesta por el cierre de operaciones o por el atraso en el pago de los salarios a los operarios del sector. 

En el primer semestre del 2020, en el país surgieron más de 76.000 fábricas nuevas dedicadas a la producción de mascarillas. Ahora, muchas están cerrando por el exceso de producción. Esto se debe a una caída de los casos de contagio, pero también a estimados erróneos sobre las potenciales ventas al exterior, tal como destacó Global Times (el periódico vinculado al Diario del Pueblo, el órgano oficial del Partido Comunista Chino). 

Al comenzar la pandemia, fue tal la demanda de máscaras protectoras fabricadas en China, que las empresas del sector incrementaron la producción diaria del modelo N95 (las mejores entre las que circulan), llevándola de 130.000 unidades, a principios de febrero, a 5,86 millones a fines de abril. La producción de mascarillas de otro tipo también creció, pasando de cinco millones a 200 millones de piezas por día. 

Con semejante cantidad y una demanda que continúa cayendo, el precio unitario de las mascarillas se derrumbó y las fábricas han comenzado a acumular inmensos stocks de producto. Esto, sin contar el hecho de que muchas líneas de producción tuvieron que retirar del mercado las mascarillas, tras quedar en evidencia su pobre calidad. 

Cuatro de las nueve protestas señaladas por el CLB tuvieron lugar en Jiangsu, una importante provincia manufacturera. El caso más resonante fue en Henan. Allí, el 17 de junio, la fábrica de mascarillas del grupo empresario Shengguang, en Pingdingshan, cerró sus operaciones de forma repentina, dejando a los trabajadores sin perspectivas para su subsistencia. Cinco días después, en una provincia cercana, Xinyang, otro establecimiento de la misma compañía cerró sus puertas. Los empleados de ambas fábricas han organizado protestas, para reclamar el pago de los salarios atrasados. 

Los gobiernos locales y el Ministerio de Industria de Beijing han ayudado al grupo Shengguang a incrementar su producción, pasando de 300.000 a cerca de seis millones de mascarillas al día, pese a que el producto suele ser de pésima calidad. Estos subsidios fueron otorgados aún cuando los trabajadores habían expresado dudas respecto a la confiabilidad de los directivos del grupo empresario. 

En ambas fábricas, los salarios era realmente bajos. Cada operario debía producir 3.000 máscaras N95 por mes, para recibir un salario básico de 2.800 yuanes (353 euros). En los turnos de día, la comisión por pieza fabricada era de 0,02 yuanes; en el caso del turno noche, de 0,03 yuanes. Los trabajadores que producían mascarillas de un solo uso ni siquiera contaban con un salario básico y su paga no estaba sujeta a la cantidad de piezas, sino que trabajaban a destajo.