De Canadá y de Iglesia llegan ayudas para un pueblo tribal de Maharashtra
de Nirmala Carvalho

El obispo Alwin Barreto de la diócesis de Sindhudurg el 11 de julio distribuyó ayudas a los pobres tribales de Beradki. Son 34 familias, principalmente trabajadores estacionales agrícolas que no poseen tierras. El obispo contó que “dos o tre familias viven en casas de fango. Entré en una de ellas. Era todo oscuridad, porque no tienen ventanas”.

 


Mumbai (AsiaNews) –El obispo Alwin Barreto de la diócesis de Sindhudurg el 11 de julio distribuyó ayudas a los pobres tribales de Beradki, pueblo del Estado de Maharashtra a través del Sindhudurg Diocesan Development Society (SDDS), el ala social de la diócesis, gracias a la ayuda y el apoyo de la St Joseph’s Community, de Foymount, en Canadá.

Hablando con AsiaNews, el obispo Alwyn Barreto contó: “Los Berad son una comunidad de habitantes de los bosques, cuyas condiciones de vida son precarias. La cuarentena llevó a esta tribu a una pobreza más profunda, no tienen medios de sustento, luchan por su existencia. A través del SDDS no estamos sólo buscando de aliviar la pobreza, sino de afirmar la dignidad humana y demostrar a ellos que la Iglesia los acompaña con compasión en su malestar y también para darles esperanza. 

El p. Melwin País, director, SDDS explicó a AsiaNews, que “cerca de 34 familias de unas 80 personas llaman a este pueblo su casa, viviendo en 20 casas. Hay cerca de 34 mujeres, 22 hombres, 24 niños, de los cuales 12 van a la escuela. Son principalmente trabajadores estacionales agrícolas o jornaleros y no poseen tierras. A los hombres les pagan Rs. 300 (unos 3,5 euros) y las mujeres Rs 150-200 (unos 2 euros) por día si tienen suerte de encontrar trabajo en los campos. La alfabetización es muy baja: sólo un muchacha completó la instrucción secundaria superior”.

Y el obispo Alwin Barreto agregó “dos o tres familias viven en cada casa de barro. Entré en un de ellas. Era todo oscuridad, porque no tienen ventanas”.

Esta comunidad tribal de Berad está viviendo en condiciones inhumanas y crueles sin ninguna estructura. Su pueblo no tiene un calle de acceso adecuada, ninguna conexión hídrica o pozos. Reciben agua potable de un riacho que fluye y que también inunda su pueblo durante los monzones. Viven en casas construidas con heno, bambú y barro. Y afrontan la constante amenaza de animales salvajes como osos, leopardos, bisontes, gatos salvajes y jabalíes.