Se trata de un acto puramente simbólico, en respuesta a la destrucción de la Oficina Intercoreana de Kaesong. Al mismo tiempo, es una primicia absoluta: Kim Yo-jong, hermana del joven mariscal, jamás había estado bajo la mira de Seúl. Continúa la tensión entre las dos Coreas, luego de un periodo de deshielo que había generado expectativas en la comunidad internacional.
Seúl (AsiaNews) - El Ministerio Público del Distrito central de Seúl anunció la apertura de una investigación formal contra Kim Yo-jong, hermana del dictador norcoreano Kim Jong-un. Se acusa a la mujer por haber dado la orden de destruir la Oficina Intercoreana en la zona desmilitarizada de Kaesong, en el límite entre las dos Coreas. El bombardeo del edificio, ocurrido el 16 de junio pasado, culminó con el derrumbe del diálogo entre las dos naciones, en su nivel histórico más bajo desde los tiempos de las pruebas atómicas norcoreanas.
Desde el punto de vista formal, la investigación quedó abierta luego de que un abogado del Sur se presentó en una fiscalía el día 8 de julio. El letrado presentó una demanda contra Kim y el Gral. Pak Jong-chon, a cargo de la unidad central del ejército del Norte. En cuanto a la acusación formal, los cargos son destrucción de propiedades del Estado. Según la ley surcoreana, el delito podría recibir una condena de hasta 10 años de cárcel; según la ley del Norte, podría recibir prisión perpetua.
Se trata de una primicia absoluta: la hermana del joven mariscal jamás había sido acusada formalmente por las atrocidades cometidas por el hermano. Ella cumple un rol destacado en el escenario político de Pyongyang, y por semanas - durante la presunta enfermedad mortal de Kim Jong-un - incluso fue señalada como posible heredera.
La fiscalía aceptó la denuncia esta mañana pero explicó que necesitará tiempo para entender cómo debe proceder, ya que de forma virtual es imposible que la investigación llegue a buen puerto.
De ello es plenamente consciente el abogado que ha promovido la acusación, y que en diálogo con Yonhap, explica: “Será difícil llegar a un arresto, pero la investigación debiera ponerse en marcha. Tenemos que permitir que los 25 millones de ciudadanos norcoreanos puedan saber la verdad sobre la hipocresía y la falsa imagen creada por la familia que los gobierna. Y debemos defender el orden garantizado por el derecho de nuestra democracia, libre”.