Oxfam: el hambre provocará más víctimas que el Covid-19, en Asia y en el mundo

Para fin de año, podrían morir 12.000 personas por día, por falta de comida. Un número mayor que el de las víctimas vinculadas a la pandemia. Hasta 132 millones de personas más, en comparación con la previsiones, podrían agravar su situación de hambre. El nuevo coronavirus ha dejado al descubierto algunas de las desigualdades más profundas. 

 


Bangkok (AsiaNews/Agencias) - Como consecuencia del coronavirus, el mundo se precipita hacia una crisis alimentaria sin precedentes, que podría dejar más víctimas que el virus mismo. Según un estudio elaborado por Oxfam, para fin de año, 12.000 personas podrían morir por día a causa del hambre vinculada, directa o indirectamente, a los efectos del nuevo coronavirus. Se trata de un número mayor al de los muertos vinculados a la pandemia, que surge del incremento -  superior al 80%  - en el número de personas para las que la comida representa un factor crítico.  

Las estimaciones actuales indican que 132 millones de personas más de lo previsto podrían agudizar su situación de hambre para fines del 2020; un dato que triplica el de años anteriores, en este nuevo siglo. La pandemia ha alterado por completo las cadenas de abastecimiento de alimentos, dañando las economía y erosionando el poder adquisitivo de los consumidores. 

Los analistas y expertos subrayan que el Covid-19 ha dejado al descubierto las profundas desigualdades que existen en el mundo, agudizando las divisiones sociales a nivel global, mientras los más ricos siguen acumulando riquezas a un ritmo vertiginoso. Millones de personas han sido despedidas y no cuentan con suficiente dinero para dar de comer a sus familias.  

Además del desastre económico, las medidas de confinamiento obligatorio y la interrupción de las cadenas alimentarias han creado serios problemas en la distribución de la comida. Aún en los mejores escenarios, los efectos de todo esto serán de larga duración y el hambre crecerá en el próximo decenio, en comparación con los datos previos a la pandemia. Para el 2030, el número de personas desnutridas podría llegar a 909 millones, a diferencia del escenario previo al Covid, que calculaba el dato en 851 millones.

“Por varias generaciones, veremos el legado de esta situación crítica”, afirma Mariana Chilton, directora del Center for Hunger-Free Communities de la Universidad de Drexel. "En el 2120 - agrega la estudios - todavía estaremos hablando de esta crisis”. 

La crisis alimentaria puede activar verdaderos terremotos en el panorama político e institucional. Repasando los convulsionados días de la Revolución Francesa, recordamos que la inseguridad alimentaria empujó a las personas a salir a las calles para protestar contra el aumento de precios y pedir mejores condiciones de vida. En nuestros días, la inflación y la escasez de recursos son algunos de los factores que han contribuido a exasperar las protestas en el Líbano e incluso al otro lado del océano, en Chile, a principios de año. En el contexto de la epidemia actual, “nuestros sistemas alimentarios - advierte la ONU- están fracasando”.