Clima y demografía alimentan la guerra del agua en Asia

Desde Yemen hasta India, un cuarto de los habitantes de la tierra se encuentran privados de recursos hídricos. Algunas de las causas son una población en continuo crecimiento y precipitaciones cada vez más irregulares. Por lo menos 17 naciones viven una situación de “elevado” estrés por la falta de agua. Para el año 2040 un niño de cada cuatro en el mundo vivirá en zonas altamente críticas.

 


Bangkok (AsiaNews/Agencias) - Desde Yemen hasta India, pasando por América Central y el Sahel africano, una cuarta parte de los habitantes de la tierra sufre una grave y crónica falta de agua que alimenta conflictos, revueltas y migraciones. Con una población global en continuo crecimiento y precipitaciones cada vez más irregulares debido a los cambios climáticos, que a su vez causan durísimos y prolongados períodos de sequía, los enfrentamientos por el acceso a los recursos hídricos se encuentran en continuo crecimiento. Y existe el riesgo de que las consecuencias, advierten los especialistas, lleguen a ser muy serias. 

“Cuando falta el agua, las personas empiezan a moverse”, advierte la experta holandesa Kitty van der Heijden. La lucha por los recursos cada vez más escasos provoca conflictos para controlarlos y se convierte en fuente de nuevas guerras. Según el World Resources Institute (Wri), ente con sede en Estados Unidos, hay por lo menos 17 naciones que están enfrentando una situación de estrés “extremadamente elevado”, lo que traducido en términos de población equivale a más de dos mil millones de personas.

Según las estimaciones de los especialistas, para el año 2040 por lo menos uno de cada cuatro niños vivirá en áreas muy críticas. Y por lo que se refiere a la disponibilidad de agua “en algún momento chocaremos contra el muro, y ese muro será diferente según los lugares”.

En los últimos años los estudiosos señalaron la situación crítica que se registra en la ciudad india de Chennai y en la sudafricana de Cape Town. Por otra parte, hace miles de años que se producen controversias por el agua, que a su vez  conducen a la inestabilidad política y a conflictos entre poblaciones. El temor a las guerras “aumenta por la creciente escasez de agua”, confirma Peter Gleick, co fundador del Pacific Institute en California. A ello se suman los ataques contra infraestructuras y la red hídrica, como ocurrió en los últimos años en Yemen, donde millones de personas quedaron sin agua potable o para los cultivos. La misma situación se registró en Somalía, Iraq y Siria, que también fueron teatro de guerras y violencias.

Para contrarrestar la creciente demanda hídrica y la escasez crónica de agua, una de las soluciones posibles es racionalizar el uso de la misma en la agricultura, optimizando los recursos disponibles. Según los expertos, en efecto, el sector agrícola es el que absorbe más de dos tercios de toda el agua que consume cada año la población mundial. En algunas regiones de mayor sequía, los agricultores están recurriendo a un método de riego alternativo y más eficiente, y a medios para controlar de forma remota el nivel de humedad en un momento y lugar determinados.