Beijing: Los docentes extranjeros no deben evangelizar
de Wang Zhicheng

Una nueve serie de reglas para los docentes extranjeros, que apunta a frenar principalmente la evangelización de los protestantes que se dedican a impartir cursos de lengua, literatura y cultura, despertando el interés de los jóvenes chinos por la religión. En Hainan, la Seguridad pública paga una “recompensa” de 100.000 yuanes (unos 12.387 euros) a cualquiera que revele detalles o información que conduzcan al arresto de los extranjeros “dedicados a actividades religiosas sin autorización”. Los jóvenes chinos están muy interesados en el cristianismo.


Beijing (AsiaNews) – Según varias personalidades extranjeras que enseñan en China, Beijing está preparando una serie de disposiciones con el objetivo de frenar o eliminar la posibilidad de evangelizar o hacer referencia a cualquier tipo de religión.  

Para el SCMP, la actuación de estas nuevas normativas será “en breve”. En tanto, en la provincia de Hainan, la Seguridad pública se dispone a pagar una “recompensa” de 100.000 yuanes (casi 12.387 euros) a cualquiera que revele detalles o brinde información que conduzca al arresto de extranjeros “dedicados a actividades religiosas no autorizadas”. 

Las actividades religiosas sin previa autorización  – que incluyen la evangelización, enseñar el catecismo, tener contacto con comunidades locales o del exterior - ya habían quedado prohibidas en China con la introducción de las Nuevas normativas en materia religiosa. Esta nueva serie de reglas para los educadores extranjeros apunta sobre todo a frenar la evangelización de los protestantes, que imparten cursos de lengua, literatura o cultura, despertando el interés de los jóvenes chinos por la religión. 

El Partido Comunista chino parece ofuscado al ver el interés que muestra la juventud del país por las religiones, y en particular, por el cristianismo. Una estadística elaborada hace pocos años mostraba que más del 60% de los estudiantes universitarios de Beijing y Shanghái están deseosos de conocer el cristianismo.

En un intento de aislar a los jóvenes y mantenerlos dentro de una cultura nacionalista, el Partido en los últimos años procedió a eliminar de la enseñanza los contenidos relacionados con la cultura occidental (que es vista como un caballo de Troya del cristianismo) y a prohibir toda participación de los estudiantes en las celebraciones de Navidad.