Están ubicados en el condado de Uchturpan y albergan más de 20.000 presos uigures, aproximadamente el 10% de la población local. Hace pocos días, en una visita a Europa, Wang Yi declaró que se habían cerrado todos los "centros de educación". Sitio web de E.E. U.U.: En la región se han construido 268 estructuras fortificadas desde 2017. Protestas de la comunidad internacional.
Beijing (AsiaNews / Agencias) - Al menos tres campos de internamiento, con más de 20.000 prisioneros uigures, siguen funcionando en Xinjiang. Lo revelaron a Radio Free Asia dos policías del condado de Uchturpan, sede de las estructuras incriminadas.
La noticia desmiente recientes declaraciones de las autoridades chinas según las cuales todos los centros de detención - instituciones educativas para Beijing - habían sido cerrados. El 30 de agosto, durante una visita a Francia, el canciller chino Wang Yi dijo que todas las personas alojadas en esas instituciones han terminado sus estudios y han encontrado empleo.
Según datos de los especialistas, confirmados por las Naciones Unidas, más de un millón de uigures (de una población de casi 10 millones) y otras minorías islámicas de habla turca están detenidos arbitrariamente en Xinjiang, al que la población local denomina "Turkestán Oriental".
Los activistas de derechos humanos y muchos gobiernos, incluidos los de Estados Unidos y la Unión Europea, describen las instalaciones de detención como verdaderos campos de concentración que se utilizan para adoctrinar a la población uigur. Las autoridades chinas admitieron la existencia de los centros en octubre de 2018, argumentando que son escuelas profesionales para educar a los ciudadanos uigures, especialmente los jóvenes, contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo islámico.
Los tres campos de internamiento indicados por los funcionarios de policía de Uchturpan albergan alrededor del 10% de la población uigur del condado (235.000 personas). En la instalación más grande, el centro Kongtai, estarían recluidos más de 10 mil musulmanes locales.
Las nuevas revelaciones sobre el "universo de campos de concentración" chino se producen pocos días después de que Buzzfeed, un sitio web estadounidense, informara que las autoridades de Xinjiang han construido 268 estructuras fortificadas desde 2017: por lo menos una para cada condado. El relevamiento se realizó con datos satelitales.
Por sus políticas en Xinjiang, Beijing concentra cada vez más la atención de la comunidad internacional. Ayer, al finalizar una reunión ministerial en Bruselas, la Unión Europea y Canadá condenaron el trato reservado por las autoridades chinas a la minoría uigur. El 1 de septiembre, durante la visita de Wang Yi a Berlín, el gobierno alemán pidió a China que permitiera la entrada de observadores internacionales a Xinjiang.
Estados Unidos también ha intensificado sus ataques contra la dirigencia de Beijing. El 8 de septiembre, la administración Trump declaró que Estados Unidos tomará medidas para bloquear las importaciones de algodón y tomates - dos de los principales productos de exportación de China - provenientes de Xinjiang. Washington sostiene que se producen con trabajos forzados de internados uigures.
Debido a los abusos contra el pueblo uigur, el gobierno de Estados Unidos ya ha pedido a las empresas estadounidenses que corten relaciones con sus proveedores de Xinjiang. Nike y Apple, que tienen fuertes intereses en la región autónoma, han abierto una investigación sobre el empleo de trabajadores uigures y otras minorías locales.