Tokio: Yoshihide Suga quedarĂ¡ al mando del gobierno, en reemplazo de Shinzo Abe

El primer ministro Abe presentó su renuncia el 28 de agosto, por motivos de salud. Suga obtuvo el apoyo de las principales facciones del Partido liberal-demócrata: el 16 de septiembre será electo formalmente por el Parlamento. Prometió una continuidad con las políticas de Abe.  La emergencia de Covid-19, las Olimpíadas, un estancamiento económico ya crónico y la defensa militar, los principales desafíos para el nuevo Ejecutivo. 

 


Tokio (AsiaNews/Agencias) – Yoshihide Suga será el sucesor de Shinzo Abe y quedará al mando del país. El actual jefe de gabinete del gobierno de Abe ganó la votación de hoy para la elección del nuevo presidente del Partido liberal-demócrata (LDP), que controla las dos ramas del Parlamento.

El 28 de agosto, el primer ministro Abe había presentado su renuncia, por motivos de salud. En el cargo desde el 2012, el 24 de agosto él devino el primer ministro con más tiempo en funciones, sin interrupciones, en la historia del país. Él ya se había desempeñado en el gobierno, desde el 2006 al 2007, cuando Abe tuvo que dejar el cargo por sus  continuos problemas intestinales. 

En la votación interna del LDP participaron 394 parlamentarios y 141 delegados locales. Suga, un estrecho aliado de Abe, ganó el apoyo de las principales facciones del Partido. Sus rivales - en los papeles - fueron el ex ministro de Defensa Shugeru Ishiba y el ex titular de Relaciones Exteriores,  Fumio Kishida. El 16 de septiembre, en una sesión extraordinaria del Parlamento, el poderoso jefe de gabinete será electo nuevo primer ministro: su mandato vence el próximo año.

Suga prometió una continuidad con las medidas de Abe, incluyendo las “Abenomics”, una política de expansión monetaria y estímulos fiscales lanzada – sin mucho éxito – para rescatar al país de una situación de estancamiento económico devenido crónico.

El nuevo primer ministro deberá hacer frente a la emergencia de Covid-19, cuya gestión fue blanco de numerosas críticas durante el gobierno de Abe. Además, deberá encarar el desafío de las Olimpíadas, que han sido aplazadas hasta el próximo verano a causa de la pandemia. Por otro lado, el primer ministro saliente deja como herencia una polémica propuesta para permitir que las Fuerzas Armadas ataquen bases de una potencia extranjera en caso de una amenaza con misiles, una medida que, para muchos, viola la Constitución pacifista de Japón.