Europa ataca a China por los derechos humanos y el comercio

Presidente del Consejo Europeo ante la ONU: Tenemos valores diferentes a los de Beijing; la democracia, los derechos humanos y el estado de derecho son nuestra "brújula". Pidió respeto por los derechos de los uigures en Xinjiang y los manifestantes a favor de la democracia en Hong Kong. Sin un acuerdo sobre inversiones, los europeos no seguirán adelante con la agenda estratégica con los chinos. No hay división con EE. UU.

 


Bruselas (AsiaNews) - Duro ataque del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, contra China. El 25 de septiembre, en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el líder de la Unión Europea afirmó claramente que la UE no comparte los valores en los que se basa el sistema político-económico chino: "Valores fundamentales como democracia, derechos humanos, estado de derecho y cooperación ”son la ‘brújula’ para perseguir nuestros intereses”.

Michel subrayó que la Unión seguirá promoviendo el respeto de los derechos humanos, incluyendo los de la minoría uigur en la provincia china de Xinjiang. Según la ONU, y varios observadores, las autoridades de Beijing están reprimiendo sistemáticamente a este grupo musulmán de habla turca.

El jefe del Consejo de la UE reiteró que Europa no dejará de apoyar a los manifestantes pro democráticos en Hong Kong, donde China ha puesto en tela de juicio "los compromisos internacionales que garantizan allí el estado de derecho y la democracia".

En su discurso ante la ONU del 24 de septiembre, el presidente francés Emmanuel Macron también arremetió contra el "comportamiento hegemónico" de Beijing. Para el líder europeo, pedir que se respeten los derechos humanos no es una injerencia en los asuntos de un estado soberano, como afirman los chinos. Significa aplicar los principios de las Naciones Unidas. Por eso, pidió que se pusiera en marcha una misión internacional para verificar lo que está sucediendo en Xinjiang.

La Unión considera que el gigante asiático es un socio fundamental para abordar desafíos comunes como el calentamiento global, la pandemia del coronavirus y la cancelación de la deuda de los países africanos. A pesar de eso, las diferencias entre las dos partes parecen tener mayor peso que los puntos en común.

Sin rodeos, Michel dijo que la UE está decidida a reequilibrar su relación con Beijing hacia una mayor reciprocidad y una competencia leal.

Es una referencia a las limitaciones que China impone a las empresas europeas que quieren invertir y operar en su territorio. Las negociaciones para firmar antes de fin de año un importante acuerdo chino-europeo sobre inversiones no han dado aún resultados concretos. Si el tratado no se concreta, los líderes europeos ya han advertido que no darán curso a la agenda estratégica con Beijing. Ésta debería reforzar la cooperación bilateral en los ámbitos político, económico y de seguridad durante los próximos cinco años.

Reiterando la "profunda conexión" con Estados Unidos, Michel dio a entender que los lazos transatlánticos siguen siendo sólidos y que las diferencias de opinión son parte de la dialéctica entre Europa y Estados Unidos. Los analistas afirman que China está tratando de explotar las disputas comerciales entre ambos lados del Atlántico para atraer a la UE a su propia órbita.