Papa: seremos juzgados por el amor, las obras y la compasión

En el Ángelus, Francisco advirtió que “en el fin del mundo, el Señor revisará su rebaño, y lo hará no solo del lado del pastor, sino también del lado de las ovejas con las que se ha identificado. Y nos preguntará: '¿Has sido un poco pastor como yo?'".

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Seremos juzgados por el amor. No por el sentimiento, no. Seremos juzgados por las obras, por la compasión que se convierte en cercanía y ayuda solidaria. ¿Me acerco a los enfermos, a los pobres, a los que sufren? Ésta es la pregunta de hoy". Francisco volvió a repetir, antes de rezar el Ángelus, la pregunta sobre las obras de misericordia que fue el tema central de la homilía de la misa celebrada en la basílica vaticana con motivo de la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo.

A algunos miles de personas que se encontraban en la plaza de San Pedro, el Papa les repitió la pregunta: "¿Me acerco a Jesús presente en la persona de los enfermos, los pobres, los que sufren, los presos, los que tienen hambre y sed de justicia, ¿Me acerco a Jesús presente en ellos?”. Porque “el Señor, en el fin del mundo, revisará su rebaño, y lo hará no solo del lado del pastor, sino también del lado de las ovejas, con las que Él se identificó. Y nos preguntará: '¿Has sido un poco pastor como yo?’ Esa es la pregunta que el Evangelio ya plantea desde ahora en nuestro corazón, como criterio de juicio. ‘Esa vez que estuve en problemas, ¿pudiste perder un poco de tiempo para ocuparte de mí? ¿Fuiste capaz, con ayuda de mi gracia, de salir un poco de ti mismo para darte cuenta de que yo te necesitaba? ¿Se ablandó tu corazón ante mis heridas, mi soledad, mi desaliento? Tengamos cuidado con la lógica de la indiferencia".

 

Sigamos, en cambio, la lógica de la parábola del buen samaritano. Una lógica que indica el mismo Jesús: “Lo que le hiciste a este, a este, a este, me lo hiciste a mí. Y lo que no le hiciste a este, a este, a este, no me lo hiciste a mí, porque era yo el que estaba allí”.

 

Después del Ángelus, Francisco dedicó unas palabras al desastroso terremoto que sacudió el sur de Italia hace 40 años, y elogió la solidaridad que en aquel momento mostró el resto del país.