Covid-19, el Líbano flexibiliza las restricciones para las fiestas de Navidad y Fin de Año

Desde esta mañana, se levantan algunas prohibiciones que hasta ahora permanecían vigentes para frenar la expansión del nuevo coronavirus. Los restaurantes reabrirán sus puertas, pero funcionarán al 50% de su capacidad; el toque de queda, que anteriormente comenzaba a las 17, ahora comenzará a regir a las 23 horas. Los bares y clubes nocturnos permanecen cerrados. Ministro de Salud: el "peligro" de contagio todavía es alto.

 


Beirut (AsiaNews/Agencias) - Desde esta mañana las autoridades libanesas comienzan a flexibilizar gradualmente las restricciones que habían impuesto hace dos semanas, luego de un crecimiento exponencial de contagios de coronavirus. Con estas medidas, a la vez que prioriza la salud y la necesidad de evitar la saturación de los hospitales, la cúpula del gobierno de Beirut intenta repuntar una economía en grandes dificultades y en vísperas de las Fiestas y la Navidad, que siempre es una oportunidad para gastar e intercambiar regalos. 

El Ministro de Salud en funciones, Hamad Hassan, dijo a los periodistas que el país "se reabrirá gradualmente a partir de hoy", para dar un respiro a los ciudadanos exhaustos y a las numerosas empresas y actividades al borde de la quiebra, antes de las vacaciones de Navidad y de fin de año. Los restaurantes, explica el titular de dicha cartera, reabrirán sus puertas pero funcionarán al 50% de su capacidad máxima, mientras que los bares y clubes nocturnos permanecerán cerrados y las bodas seguirán prohibidas, para evitar las aglomeraciones. También sigue en pie el toque de queda nocturno,  que comenzará a las 23 horas, en vez de a las 17. 

Luego de reunirse con el task-force que lidera la gestión de la emergencia, el ministro Hassan informa que algunas escuelas volverán a las clases presenciales, mientras que otras continuarán con la enseñanza online. Por consiguiente, advirtió a la población acerca del "peligro" de que aumente el número de contagios. Comentó asimismo que las medidas de contención aplicadas en el último período todavía no muestran resultados notables, y que llevará unos días tener una evaluación más completa de la situación. 

Antes de la entrada en vigor del confinamiento obligatorio (lockdown), la ocupación de camas en terapia intensiva oscilaba entre el 80% y el 90%; “ahora, oscila entre el 65% y el 70%”, informó el ministro de Salud. Desde que comenzó la emergencia sanitaria en el mes de febrero, el Líbano ha registrado más de 125.000 contagios del nuevo coronavirus, y alrededor de mil muertos. 

La primera cuarentena de alcance nacional impuesta en el mes de marzo fue eficaz para contener la difusión del virus, antes de flexibilizar las medidas con la llegada del verano. Sin embargo, el número de casos aumentó luego de la devastadora explosión en el puerto de Beirut, que dejó más de 200 muertos y al menos 6500 heridos, saturando el sistema hospitalario. En este contexto, la pandemia del nuevo coronavirus ha alimentado el enfrentamiento entre distintos sectores de la oposición. Los intereses partidarios y el egoísmo de las diferentes agrupaciones políticas complican la gestión del Primer Ministro en funciones, Rafic Hariri, a quien el presidente Michel Aoun confió la tarea de formar un nuevo gobierno a mediados de octubre. La pandemia y el caos político e institucional han desencadenado un aumento de los suicidios y una carrera para acopiar los pocos medicamentos que quedan. El sistema hospitalario atraviesa una situación catastrófica, en un país donde el 55% de la población vive bajo la línea de pobreza, en una emergencia continua.