La Navidad de la Iglesia rusa en medio de la pandemia

A pesar de que ya se ha iniciado la vacunación, las muertes por Covid-19 provocan tristeza en el clero ruso. La cúpula ortodoxa mira con decepción el incumplimiento de las normas sanitarias durante las celebraciones litúrgicas de la Navidad. Putin visita la iglesia de Lipno, un lugar de gran valor para la historia del cristianismo en el país.    


Moscú (AsiaNews) – Hoy Rusia celebra la solemnidad de la Navidad del Señor, la fecha equivalente al 25 de diciembre, según el calendario juliano. En medio de la segunda oleada de Covid-19 y a pesar de la campaña de vacunación iniciada a finales de diciembre, la Iglesia rusa sigue sufriendo numerosas muertes entre los miembros de su clero. El 5 de diciembre murió el padre Oleg Burlakov (ver foto) a causa del coronavirus. El sacerdote tenía 59 años y era muy activo. Proveniente de la diócesis de Shakhtinsk, en el sur del país. el padre Oleg había sido ordenado a los 50 años, en el 2011. 

En 2020, el número de sacerdotes y obispos ortodoxos fallecidos se triplicó en comparación con el año anterior. El Patriarca Kirill (Gundjaev) dio instrucciones para que todas las iglesias celebrasen la liturgia de Navidad en presencia de unos pocos fieles y con invitación previa. Así se condujo el patriarca en la solemne celebración nocturna en la Catedral del Santísimo Salvador en Moscú, transmitida por el canal número uno de la televisión rusa. El Patriarca permanece en régimen de estricto aislamiento en su residencia en las afueras de Moscú desde principios de octubre, y solo se trasladó el 31 de diciembre, para participar en la liturgia de fin de año, en la catedral de moscovita.

En su mensaje de Navidad al clero y a los fieles, Kirill señaló que "hoy en día, cuando los pueblos de la tierra están angustiados por la difícil prueba de la nueva enfermedad, cuando los corazones de los hombres están angustiados por el miedo y las preocupaciones sobre el futuro, es de particular importancia para nosotros fortalecer la comunidad y la oración personal". Destacó que "no hay problema que sea capaz de destruir el espíritu del hombre, si mantiene la fe viva y busca apoyarse en Dios en todo momento". El Patriarca recuerda que "no hay pueblo en el que no haya influido el nacimiento del Señor", como muestra la visita de los Reyes Magos, que la liturgia ortodoxa recuerda precisamente durante la Natividad (del 6 al 19 de enero es la fiesta de la Teofanía, es decir, el Bautismo de Jesús en el Jordán).

En una entrevista televisiva, el Metropolita Ilarion (Alfeev), primer colaborador del patriarca, expresó su decepción por el hecho de que "no todas las parroquias observan las recomendaciones sanitarias e higiénicas que el patriarca ha dado, y que fueron aprobadas por el Santo Sínodo en el mes de marzo". Dijo que ha presenciado celebraciones en las que el rito de la comunión se dispensa sin desinfectar la cuchara que utiliza cada comulgante, lo cual contradice las normas. "Desafortunadamente -dijo Ilarion- esta es la realidad de nuestra Iglesia. Al fin y al cabo, no estamos en el ejército, donde se dan las órdenes y todos están obligados a cumplirlas". Una vez más, el metropolitano invitó a los sacerdotes "a no confiar sólo en su propio juicio y opiniones personales, sino a escuchar a los superiores eclesiásticos".

El presidente Vladimir Putin salió de su aislamiento para asistir a la liturgia nocturna de Navidad en una iglesia provincial de la isla de Lipno, un pueblo situado sobre el Lago Ilmen (región de Nóvgorod). Al entrar en el lugar santo, el mandatario encendió una vela y besó el icono festivo, contraviniendo las normas sanitarias. Sin embargo, respetó los protocolos tomando la comunión con una cuchara desinfectada. Es la segunda vez que Putin visita esta iglesia dedicada a San Nicolás: estuvo allí en 2016, junto con el Primer Ministro Dimitry Medvedev.

La zona del Lago Ilmen recuerda los inicios de la historia cristiana de los rusos, incluso antes de Kiev, a principios del siglo X: es la llamada Ilmenskaya Rus' del gran norte. La iglesia fue construida después de la invasión mongola en 1292; el edificio conserva frescos del siglo XIII y fue uno de los principales modelos arquitectónicos de la "escuela de Nóvgorod", protagonista del renacimiento cristiano de Rusia después del yugo tártaro. La iglesia fue destruida por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, en 1956, fue reconstruida por los soviéticos, que reconocían su valor simbólico y patriótico.

Una leyenda rusa -de esas que las njanie (niñeras) suelen contar a los niños - hace referencia a un cuarto Rey Mago, de nombre ruso-escandinavo: Oleg. Se narra que el mago llegó tarde porque se perdió en la tajga y unos bandidos le robaron el regalo que llevaba para el Niño Jesús. Según la tradición local, el Rey Oleg sigue vagando por los interminables bosques rusos, tratando de encontrar ese regalo, el alma rusa para ser entregada al Salvador. (V.R.)