Punjab, racismo y marginación de las minorías en los textos escolares
de Shafique Khokhar

El profesor Anjum James Paul escribe al primer ministro Khan para denunciar un nuevo episodio de intolerancia. El desencadenante de la polémica es un diálogo que se encuentra en un texto de la escuela media. Pero, advierte, "hay cientos de episodios de este tipo". A los estudiantes se les debe enseñar "valores humanos, éticos y morales".

 


Lahore (AsiaNews) - El racismo "es un crimen contra la humanidad, es enemigo del pluralismo, la convivencia pacífica y la armonía en la sociedad. A nivel de política exterior, "Pakistán siempre ha condenado la discriminación racial, pero lamentablemente estos casos tienen lugar en nuestro propio país". El profesor y presidente de la Asociación de Maestros de Minorías de Pakistán (PMTA) Anjum James Paul lo afirma en una carta que dirigió ayer al primer ministro Imran Khan para denunciar un nuevo caso de discriminación en los libros de texto escolares. "La identidad religiosa de las minorías -explica- es tan importante como la de la mayoría" y por eso se debe "combatir" toda forma de racismo y marginación.

En este caso, el desencadenante de la polémica es un libro de texto de la escuela media, pero "hay cientos de ejemplos del mismo tipo", advierte el profesor y activista de Faisalabad. El episodio tuvo un amplio eco en las redes sociales, provocando ira y dolor en la comunidad cristiana, la cual considera que esta actitud ya está arraigada en una parte de la población y se inculca en las escuelas de Punjab a las nuevas generaciones.

En la página 155 de un libro de texto de escuela secundaria en urdu (en la foto), distribuido por el gobierno provincial de Punjab, leemos este diálogo:

Nasir: Traje un plato de dulces para tus amigos.

Chica: ¿Pero quién es ese chico negro?

Nasir: Es nuestro vecino, Joseph, que también es amigo mío.

Chica: No quiero comer nada con negros

Nasir: Pero Saima, qué estás diciendo. Tenemos que ver la belleza interior de una persona. Eso es lo que nos enseña el profeta Mahoma, el predilecto de Dios.

Este es solo uno de los muchos ejemplos que han surgido en los últimos años. Ya hace mucho tiempo que activistas, expertos y organizaciones de derechos humanos insisten en que el racismo y el odio confesional se deben combatir desde una edad temprana y que se debe promover la paz y la integración en las aulas de las instituciones educativas, comenzando por los más pequeños. En este contexto juegan un papel crucial los libros de texto escolares que, en demasiados casos, son los primeros en fomentar las divisiones y la intolerancia.

Mariyam Kashif Anthony, profesora y activista de derechos humanos de Karachi, destaca la urgente necesidad de "contrarrestar" los discursos de odio en los libros de texto. “Como docente - agrega - mi prioridad es transmitir humanidad a mis alumnos, valores éticos y morales”. Muchas asociaciones comparten esta preocupación, incluyendo la Comisión Nacional de Justicia y Paz de Pakistán (NCJP), que desde hace mucho tiempo está comprometida en el tema. Entre 2011 y 2020, señalan los responsables cristianos, parecen haber aumentado estos episodios y el clima de odio, a pesar de las denuncias y los reclamos para que se preste más atención al material publicado para los estudiantes, especialmente los más jóvenes. Sin embargo, hay hechos positivos, como el programa inclusivo sobre los héroes de las minorías religiosas, que hoy también incluye al capitán cristiano de la fuerza aérea Cecil Chaudhry.