Huelga general contra el golpe de Estado. Al menos 4 muertos
de Francis Khoo Thwe

Cientos de miles de personas marchan en Rangún, Mandalay y otras ciudades del país. Ayer hubo manifestaciones en Myitkyina, Monywa, Pagan, Dawei, Myeik y Lashio. Sacerdotes, monjas y fieles cristianos se manifestaron en Rangún, Mandalay, Taunggu, Loikaw y Kengtung. Singapur también condenó la violencia y exigió el retorno a la democracia.


Rangún (AsiaNews) – Una huelga general se despliega en todo el territorio de Myanmar (ex Birmania), con la participación de cientos de miles de personas de todos los sectores sociales: comercios, bancos, oficinas, escuelas, universidades. De sur a norte, el país comparte los mismos eslóganes: "Basta de dictadura militar" y "Liberen a Aung San Suu Kyi".

La marea humana sigue manifestándose a pesar de las advertencias de la Junta: en la radio estatal se afirmó que si se incita a los jóvenes a salir a las calles, ellos podrían "perder la vida".

A tres semanas del golpe de Estado militar, la Junta se enfrenta a una resistencia sin precedentes. A medida que aumentan las amenazas y la violencia de los soldados, crecen también las manifestaciones.

Hace dos días, en Naipyidó se realizó el funeral de la primera "mártir" de la revuelta, Mya Thwate Khaing, herida por una bala letal durante una de las primeras manifestaciones.

Ese mismo día se realizaron marchas de protesta en muchas ciudades, especialmente en Mandalay. Aquí, según varios testimonios, dos personas fueron alcanzadas por balas letales durante una manifestación. También murió un joven de 16 años. Varias fuentes locales informaron que hay cientos de heridos.

En Rangún, un hombre de 30 años fue asesinado mientras patrullaba su barrio para evitar las detenciones de opositores al régimen durante la noche. La televisión estatal dijo que su muerte se produjo después de que 20 personas atacaran un vehículo de la policía, que disparó para dispersar a los agresores.

A pesar de la escalada de violencia de las fuerzas armadas, la oposición al régimen es inquebrantable. Ayer hubo manifestaciones en todo el país: en Myitkyina, estado de Kachin, se celebró un acto en memoria de los muertos de Mandalay; miles de personas marcharon por las calles de Monywa y Pagan, en Dawei y Myeik, en Lashio y en Rangún. Muchos cristianos, incluso sacerdotes y monjas, también se manifestaron en Rangún, donde la convocatoria reunió a casi 1.000 personas; se sucedieron marchas en Mandalay, en Taunggu, Loikaw y Kengtung.

Crece asimismo la voz de la comunidad internacional para condenar la violencia del ejército y exigir el retorno a la democracia. A la mayor parte de los países democráticos y occidentales, ahora se unieron Japón y Singapur. Este último país había mantenido una posición muy pragmática y equidistante hasta hoy. Cabe recordar que Singapur es el mayor inversor extranjero en Myanmar. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, dijo que la fuerza letal utilizada por el ejército es inaceptable.