Phnom Penh, por ‘intento de golpe’ y rebeldía, 25 años para el opositor Sam Rainsy

Junto a él fueron condenados -también en rebeldía- ocho miembros más del Cambodia National Rescue Party, incluida la esposa de Rainsy. Los acusados, privados de sus derechos civiles, no podrán participar en las elecciones de 2022 y 2023. Activistas y expertos hablan de una sentencia política. El partido disuelto anuncia que dará batalla.


Phnom Penh (AsiaNews/Agencias) - Un tribunal camboyano condenó en rebeldía a Sam Rainsy a 25 años de prisión. El líder de la oposición (exiliado en París) y presidente del disuelto Cambodia National Rescue Party (CNRP), fue acusado de "intento de golpe". Otras ocho personalidades de la oposición también fueron condenadas en rebeldía a penas de entre 20 y 22 años de prisión; ya no podrán presentarse a futuras elecciones porque se les ha proscrito de la vida política en el país. 

La condena se basaría en el intento de "golpe de Estado" urdido en 2019 cuando el político no regresó a su patria luego de su exilio parisino. Las otras ocho personas condenadas son la esposa de Rainsy, Tioulong Saumura, Eng Chhai Eang, Mu Sochua, Ou Chanrith, Long Ry, Nuth Romdoul, Ho Vann y Men Sothavarin. 

En una entrevista con Radio Free Asia (RFA), Sam Rainsy habló de una decisión "motivada políticamente", tomada por las "marionetas" que maneja "el Primer Ministro Hun Sen". "Nuestros abogados -continuó- estudiarán la sentencia, pero no nos basamos mucho en ella porque sabemos que se trata de una trampa. "Estamos centrados en la lucha por la democracia”, concluye. “Cuando la democracia vuelva al país, se acabarán los títeres en los tribunales y será el fin de la dictadura." 

En los últimos años, al menos 150 miembros del disuelto CNRP acabaron en el banquillo de los acusados por "traición" o "incitación" a la revuelta. En la mayoría de los casos, por expresar públicamente su apoyo al regreso de Rainsy. En un comunicado, los representantes del partido "desmienten enérgicamente" todos los cargos contra sus dirigentes y "rechazan resueltamente" la sentencia del Tribunal, a la vez que destacan una serie de violaciones de los procedimientos, de los derechos de los acusados y del justo proceso.

Rainsy se exilió voluntariamente en París, donde vive desde 2015, para huir de una serie de acusaciones que, según dice, tienen una motivación política. En agosto de 2019, el político anunció que volvería a su país junto a altos exponentes del CNRP el 9 de noviembre, coincidiendo con el 66º aniversario de la independencia de Camboya de Francia,  para liderar la "restauración de la democracia" en el país, donde gobierna desde hace décadas el primer ministro Hun Sen. Sin embargo, Rainsy fue bloqueado en el aeropuerto antes de su partida. 

Los analistas y activistas califican la condena de Rainsy y de los otro opositores como un caso fundado en "motivaciones políticas". Seng Sary explica que la sentencia es sólo un medio para impedir que los acusados participen en las próximas elecciones locales y generales de 2022 y 2023. "Y es una forma de asustar a todos los demás [opositores del partido]”, añade “para forzarlos a exigir la rehabilitación a nivel político y fundar un nuevo movimiento" distinto del CNRP. Phil Robertson, director adjunto para Asia de Human Rights Watch (HRW), califica la sentencia de "escandalosamente dura" y señala que es parte de un intento de "dar un portazo en la cara a estos exiliados que intentan regresar".