Cristianos fieles a la tierra de Irak, abiertos al mundo (II)

En Bagdad, el patriarca caldeo encabezó una vigilia de oración en la víspera de la llegada del Papa. Muchos consideran que su presencia es una invitación a permanecer en el país y tender puentes con el mundo. Los jóvenes tienen la tarea de mantener viva la presencia cristiana. Advertencia a los políticos, para que reviertan su actitud "farisaica" (Segunda parte).


Bagdad (AsiaNews) - En Irak, todo está preparado para el inminente viaje apostólico del Papa Francisco, a quien esperan mañana en una nación que está intentando - con dificultad - recuperarse de años de conflictos y violencia confesional. La visita se desarrollará en base a tres directrices principales: el encuentro con la comunidad cristiana, el tema de la relación y el diálogo entre las diferentes religiones, en particular los cristianos y el islam chiíta, y la crisis política e institucional que vive la nación árabe desde hace casi veinte años. Ayer el patriarcado caldeo organizó una velada de oración en la catedral de San José, en Bagdad, encabezada por el patriarca cardenal Louis Raphael Sako (foto 4).

AsiaNews recogió algunas voces y testimonios, profundizando los temas que caracterizan el viaje apostólico: encuentro con la comunidad cristiana; la relación entre diferentes religiones; la situación de Irak. Y la fuerza de una nación que intenta recuperarse y experimentar un poco de alegría después de un año de confinamiento por la  pandemia de coronavirus.

Hemos reunido pensamientos y expectativas gracias a la colaboración del padre Paolo Thabit Mekko, responsable de la comunidad cristiana de Karamles, en la llanura de Nínive, y del padre Samir Youssef, párroco de la diócesis de Amadiya, en el Kurdistán iraquí. Esto fue lo que nos dijeron (Segunda parte. Para la primera parte haga clic aquí).

Eshak Yaqo Esho, agricultor y jubilado, 72 años, de Enishle (Kurdistán iraquí)

La visita del Papa es una invitación, dirigida a todos los cristianos, a permanecer en Irak, a permanecer firmes en nuestra tierra, la tierra de nuestros padres y abuelos, para que nuestros hijos puedan mantener viva esta herencia cultural y de fe. Y para que puedan continuar este camino de fe en la tierra de la Mesopotamia. A nivel personal, estoy muy feliz: cuando era niño, en la vieja aldea, cuando hablábamos del Papa pensábamos en alguien que vive en otro mundo, o en el cielo. En todo caso muy lejos, cerca de Cristo. A pesar del coronavirus, quiero participar en esta visita y rezar por su éxito, porque en este momento es una bendición divina. También espero que pueda fortalecer la convivencia pacífica, como hermanos en la humanidad: hemos sufrido mucho, pero queremos vivir en paz y espero que el Papa nos recuerde que somos responsables de esta tierra. Sobre todo los jóvenes, a ellos les corresponde mantener viva la presencia cristiana.

Rami Saddeeq, profesor universitario de 30 años, Karamles

Estamos muy entusiasmados con la visita de Su Santidad el Papa Francisco a Irak. Este evento tiene un gran significado y especial importancia para los cristianos que viven en Irak, porque les dará esperanza, fuerza y ​​coraje para permanecer en este país. Tenemos nuestras raíces aquí y le decimos a Su Santidad "Bienvenido a Irak, bienvenido a la Mesopotamia".

Marvin Zaya Shamoon, empleado del gobierno de 32 años, Amadya

Considero que la visita del Papa es en primer lugar un apoyo a los cristianos de Irak y una confirmación de la importancia de su presencia. La comunidad cristiana sigue existiendo, a pesar de todas las dificultades. Siempre ha sido mi sueño ver a un pontífice, pero debido a la dificultad para obtener la visa nunca he podido ir al Vaticano y participar en la misa. Ahora es el Papa quien viene y hace realidad mi sueño. Podré ver de cerca al hombre de la paz, al sucesor de Pedro, nuestra roca, la piedra sobre la que el Señor construyó su Iglesia. Todas las etapas del viaje son muy interesantes y espero que los dirigentes religiosos y políticos escuchen bien sus discursos y aprendan lo que significa que “todos somos hermanos”. Espero que el Papa les diga a los que gobiernan nuestro país, especialmente a los de Bagdad, que preserven la presencia cristiana en Irak y en el Medio Oriente, porque somos el origen y la civilización de esta antigua nación, en la ciencia y en la sabiduría.

Ashwaq Hannani 48, secretario parroquial, Karamles

Mi mayor esperanza es que el Papa, con su viaje a Irak, pueda traer cambios en la mentalidad de los políticos del país. En primer lugar, para que abandonen su actitud farisaica, para que realmente trabajen para servir a la nación y su pueblo.

Zenna Yousif Toma, 30 años, profesora, Bagdad

Hemos vivido la espera de Su Santidad con entusiasmo, alegría y participación. La primera vez que un pontífice viene a Irak es un hecho histórico. Y las etapas de su visita son una motivación más para trabajar por el diálogo y la convivencia entre todos los iraquíes. Esperamos y confiamos en esta visita para difundir la paz en todo el país.

Samer Moner Butros, miembro del coro parroquial, 25 años, Mosul

La visita del Papa cambiará la perspectiva del mundo con respecto a Irak, que no es solo un país de guerra, sino que aspira a la paz y la convivencia. Lo esperamos llenos de alegría, especialmente en esta situación inestable y difícil por la pandemia del nuevo coronavirus. Necesitamos esta alegría, después de un año difícil de muchos confinamientos. Su presencia ayudará al renacimiento de un nuevo país, gracias también a la unión de intenciones entre todas las etnias, sectas y religiones. Y del Papa espero discursos orientados a una convivencia concreta y verdadera, una ley igual para todos, un fundamento común para la ciudadanía y la construcción de puentes entre los iraquíes y el mundo.