Ankara, el Covid ha privado a cuatro millones de jóvenes del derecho a estudiar

Este fue el resultado de un informe que elaboró el sindicato de la escuela Eğitim-Sen. El 44% de los docentes afirma que la cifra de asistencia a clases fue inferior al 20% del total. Turquía se encuentra entre los cuatro primeros países del mundo que cerraron las escuelas durante más tiempo en 2020. El 56% de los docentes todavía no ha recibido la vacuna.

 


Estambul (AsiaNews) - La pandemia del nuevo coronavirus en Turquía ha privado al menos a cuatro millones de estudiantes del derecho a estudiar, ya que no pudieron asistir a clases porque las instituciones estaban cerradas y tampoco contaban con los medios tecnológicos para recibir la educación a distancia (DAD). Este fue el resultado que publicó hace pocos días el sindicato de profesores de materias científicas (Eğitim-Sen), según el cual el 44% de los docentes interpelados afirma que la cifra de asistencia a clases fue inferior al 20% del total.

El Ministerio de Educación de Turquía informa que de los 18 millones de estudiantes de la enseñanza obligatoria, solo 12,8 millones pudieron seguir de manera regular y activa las clases a distancia a través de la Red de Información Educativa (EBA). Sin considerar a los que asisten a escuelas privadas, prosigue el informe, "es fácil estimar que cerca de cuatro millones de niños y jóvenes no asisten presencialmente ni se benefician de la educación a distancia".

En la primera fase de la pandemia, más de seis millones de jóvenes se vieron privados de cualquier forma de educación, ya sea presencial o a distancia. El gobierno de Ankara decidió cerrar las escuelas a principios de marzo de 2020, inmediatamente después del primer caso confirmado de covid-19 en el país. Según otro estudio posterior realizado por expertos internacionales, Turquía se encuentra entre los primeros cuatro países del mundo que el año pasado cerraron durante más tiempo todas las escuelas de todos los niveles debido a la pandemia.

Los profesores explican que la educación a distancia es un obstáculo más para las posibilidades de estudio y aprendizaje de los jóvenes, especialmente de los sectores más débiles de la población. Entre los problemas que se han presentado están las conexiones a Internet inadecuadas para asistir a las lecciones y la falta de herramientas como computadoras, laptops o tabletas. Los estudiantes también muestran poco interés por las lecciones a distancia, no aprenden lo suficiente o desarrollan, al cabo de un tiempo, una especie de adicción a las redes. Además, existe un problema de falta de actividad física debido a los repetidos confinamientos y las restricciones a los desplazamientos.

Tras meses de crecimiento, en el último periodo el covid-19 parece haber sufrido una drástica desaceleración en Turquía, con casos diarios por debajo de los 10.000 (ayer +9385), sobre un total de más de 5,1 millones desde que comenzó la emergencia sanitaria, aunque el la cifra parece estar subestimada. En realidad durante mucho tiempo el gobierno no incluyó a los pacientes asintomáticos en las cifras oficiales de la pandemia. Con las últimas 207 muertes registradas, el número total de víctimas es de 45.626.

De los 3.743 profesores entrevistados en la investigación de Eğitim-Sen, el 56% afirma que todavía no recibió la vacuna. El 15% recibió dos dosis de la vacuna y el 29% recibió una sola aplicación, según los datos de que dispone el Ministerio de Educación de Turquía. Los sindicatos consideran que el gobierno debe garantizar mayores esfuerzos para volver a las clases presenciales y, en casos de emergencia real, destinar fondos "para facilitar el aprendizaje a distancia" entre los grupos más débiles. Por último, hay que apoyar a los estudiantes proporcionándoles conexiones adecuadas a Internet y medios para el DAD, sobre todo para aquellos que se han retrasado en el aprendizaje.