Según las acusaciones, que son falsas, las conversiones forzadas se habrían llevado a cabo en una escuela dirigida por los misioneros. La polémica se desató a raíz de la ampliación del edificio religioso. Obispo de la diócesis local: "Estamos al servicio de la comunidad, independientemente de su casta y credo".
Khunti (AsiaNews) - "Es muy triste que circulen noticias falsas sobre nuestra escuela". Monseñor Binay Kandulna, obispo de la diócesis local (en el Estado de Jharkhand) expresó su pesar luego de que los medios locales circularan información falsa sobre la Roman Catholic Mission Primary School de Sarangloya, una escuela dirigida por misioneros claretianos.
Según la prensa local, en las aulas del instituto los misioneros llevan a cabo conversiones forzadas. Mons. Kandulna desmintió las acusaciones: "Es muy desalentador que se difundan noticias falsas y erróneas", dijo el obispo de Khunti a AsiaNews. "Nuestros religiosos sirven al pueblo sin hacer discriminaciones de ningún tipo; todos son bienvenidos en nuestras escuelas, donde proporcionamos educación de calidad y valor. Servimos a la comunidad, independientemente de su casta o credo.
La polémica se desató luego de que los misioneros decidieron ampliar el edificio, para construir un salón de usos múltiples. Los canales de noticias locales habían difundido inicialmente la noticia (falsa) de que los religiosos habían construido una iglesia en terrenos del gobierno, en la aldea de Sarangloya. "El salón de usos múltiples se utilizó, entre otras cosas, para impartir las clases de la escuela, ya que sólo teníamos dos aulas y no podíamos atender la creciente demanda de las familias", explicó Mons. Kandulna. La escuela cuenta con dos aulas para la enseñanza y otras dos para actividades recreativas. "Los domingos, el salón nuevo sirve también como sala de oración. Aquí hay 200 familias católicas, pero no ha habido ninguna actividad de conversión".
La Roman Catholic Primary Mission School se fundó en 1936; al principio funcionaba dentro del edificio de la iglesia. En 1962, familias católicas compraron un terreno de 35 acres y lo donaron a la Iglesia para construir una escuela, que ahora está reconocida por el gobierno como institución privada de una minoría.