En la audiencia general del miércoles el pontífice también llamó, en el día de la creación, a trabajar por la casa común. Anunció para los próximos días un mensaje conjunto sobre la crisis ambiental que han preparado con el Patriarca Bartolomé y el primado anglicano Justin Welby.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "¿Cómo vivimos la fe? ¿Estamos apegados al tesoro precioso, a la belleza de la novedad de Cristo, o preferimos algo que nos atrae en este momento pero después nos deja vacíos por dentro?". Esta pregunta fue el centro de la catequesis del miércoles del Papa Francisco ante la habitual multitud de peregrinos en el Aula Pablo VI.
Continuando con su comentario a la carta a los Gálatas, hoy se centró en un reproche muy fuerte que el apóstol dirige a esa comunidad (Gal 3: 1-3), y llega incluso a usar la palabra "insensatos" ("no es algo nuevo, no es una cosa mía: esto que estamos estudiando es lo que dice san Pablo en un conflicto muy grave”, aclaró de inmediato). El apóstol utiliza esa palabra - prosiguió Francisco - no porque “no sean inteligentes”, sino porque considera que “casi sin darse cuenta corren el riesgo de perder la fe en Cristo que acogieron con tanto entusiasmo. Son insensatos porque no se dan cuenta de que corren el peligro de perder el tesoro precioso, la belleza de la novedad de Cristo”.
Lo que Pablo intenta es "apremiar a los cristianos para que comprendan lo que está en juego y no se dejen encantar por la voz de las sirenas que quieren llevarlos a una religiosidad basada únicamente en la observancia escrupulosa de los preceptos".
El formalismo - explicó - es un riesgo que siempre está presente en la vida de la Iglesia. Por eso tenemos que preguntarnos: “¿Cómo vivimos la fe? ¿El amor de Cristo crucificado y resucitado está siempre en el centro de nuestra vida diaria como fuente de salvación o nos conformamos con alguna formalidad religiosa para tranquilizar nuestra conciencia?”.
“Todavía hoy - comentó el Papa Francisco - algunos nos siguen diciendo una y otra vez: 'No, la santidad está en estos preceptos, en estas cosas, hay que hacer esto y esto', y nos proponen una religiosidad rígida, que nos quita esa libertad en el Espíritu que nos da la redención de Cristo. Tengan cuidado - advirtió de nuevo - cuando les proponen esa rigidez. Porque detrás de toda rigidez hay algo malo, no está el Espíritu de Dios”. Y añadió que la carta a los Gálatas es una ayuda útil para estar en guardia frente a "propuestas un tanto fundamentalistas que nos hacen retroceder en nuestra vida espiritual”, y para avanzar en la vocación pascual de Jesús.
Al terminar la catequesis recordó que hoy se celebra la Jornada mundial de oración por el Cuidado de la Creación y anunció que en los próximos días se dará a conocer un mensaje conjunto sobre ese tema que han preparado con el patriarca ecuménico Bartolomé y el arzobispo de Canterbury Justin Welby. “Junto con los hermanos y hermanas de diferentes confesiones cristianas - añadió - oremos y trabajemos por nuestra casa común en estos tiempos de grave crisis planetaria”.
En el saludo que dirigió a los peregrinos franceses el Papa Francisco dedicó un pensamiento especial para los que vuelven a la escuela en estos días o regresan al trabajo después de las vacaciones. “Invoco sobre cada uno de ustedes - dijo - el Espíritu de Sabiduría, para que, en medio de los esfuerzos y dificultades, el amor misericordioso de Dios los acompañe siempre”. Por último saludó, como todas las semanas, a los ancianos, enfermos y recién casados, invocando sobre ellos "la efusión de la gracia de Dios", "don inefable del Señor y fuerza redentora que conforta y sostiene en el camino de la vida".