Chin: se intensifican los enfrentamientos entre milicias y militares

La empresa de telecomunicaciones Telenor se retira del país porque se niega a interceptar los llamados de sus clientes para la junta golpista. Por el momento, el régimen militar no consigue un escaño en la Asamblea General de la ONU.


Rangún (AsiaNews / Agencias) - Tras las últimas declaraciones del gobierno de unidad nacional en las sombras (Gun), que invitaba a la población a rebelarse contra el Tatmadaw (el ejército birmano), los enfrentamientos se han intensificado en Myanmar. En los últimos días, la Fuerza de Defensa Chin (Chinland Defense Force - CDF) ha advertido a la población civil que evite viajar entre las ciudades de Kanpetlet y Saw debido a la violencia. Tras una emboscada de las CDF a los soldados de la junta, el ejército respondió atacando a Kanpetlet. "Su bombardeo indiscriminado ha producido daños en la ciudad", dijo un portavoz de la milicia Chin. Después de una pausa en la noche entre el 14 y el 15 de septiembre, los combates se reanudaron ayer por la mañana.

La junta militar, que derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi en un golpe de Estado el 1 de febrero, también está tratando de controlar a la oposición por otros medios. La empresa noruega de telecomunicaciones Telenor ha anunciado que no puede permanecer en el país porque de lo contrario se vería obligada a monitorear e interceptar las comunicaciones de sus clientes, utilizando equipos sujetos a sanciones internacionales. "El uso de tales instrumentos en esta situación sería una violación de nuestros valores y normas como empresa", dijo ayer la compañís. Los activistas de derechos humanos habían criticado la decisión del grupo de vender el negocio de Myanmar a la empresa libanesa M1, que también está relacionada con otros regímenes autoritarios y podría pasar los datos de los clientes a los militares.

Gracias a un acuerdo entre Estados Unidos y China, la junta militar no ha conseguido un escaño en la Asamblea General de las Naciones Unidas. A cambio, sin embargo, el actual embajador de Myanmar ante la ONU, Kyaw Moe Tun, no podrá pronunciar discursos demasiado críticos con el Tatmadaw. Las normas de la organización internacional establecen que en caso de disputa por una escaño, un comité especial propondrá una evaluación que luego será aprobada por la Asamblea General. Por el momento, las naciones occidentales están llevando a cabo negociaciones para mantener el status quo durante el mayor tiempo posible.