En el Ángelus, el Papa Francisco cuenta que en el Sínodo surgen “testimonio de jóvenes que han encontrado en Jesús el sentido y la alegría de la vida”, y que este encuentro a menudo se ha dado a través de otros jóvenes. Un Ave María por los misioneros que, viviendo “lejos de su patria”, han consumido la vida por el anuncio. “El camino del servicio es el antídoto más eficaz contra la enfermedad por la búsqueda de los primeros puestos, la medicina para los trepadores, que contagia tantos contextos humanos y de la cual no se salvan ni siquiera los cristianos, incluso en la jerarquía eclesiástica”. Un aplauso para el jesuita Tiburcio Arnaiz Muñoz, que fue beatificado ayer en España.
| 21/10/2018
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