Concluyó el Congreso misionero nacional, organizado por la Conferencia episcopal (KWI) del tema “Bautizados y enviados para proclamar el Evangelio”. Participaron 400 personas, provenientes de las 37 diócesis del vasto archipiélago. Entre los argumentos discutidos, estaban la comunicación y las divisiones sociales.
A dos años de la derrota militar del Estado islámico, el retorno aparece lejano. Las necesidades siguen siendo muchas; ayudas y recursos se redujeron. La cuestión iraquí y las tensiones políticas y religiosas de Oriente Medio que aumentan la inseguridad. El pedido: “No se olviden de nosotros”, consecuencias “dramáticas” de la desaparición de los cristianos de Oriente Medio.
El grupo, formado por ex alumnos del Instituto La Salle, no pretende financiar grandes proyectos, sino que apunta a crear signos de solidaridad: el cuidado de los ancianos, artículo deportivos para una escuela, pintar a nuevo otra y brindar kits escolares. “Sirviendo a las personas necesitadas, prescindiendo de su casta, raza, religión o etnia, hay innumerables caminos para servir al Dios altísimo”.
Un músico filipino, dos periodistas (un birmano y un indio) y dos activistas (un tailandés y un surcoreano) han sabido contribuir “con valentía y creatividad” al desarrollo humano en el continente. La ceremonia de premiación tendrá lugar el próximo 9 de septiembre.
En el pasado abril trató de volar a EEUU, pero fue bloqueado en el aeropuerto. Había defendido a su colega Xie Gang, del grupo “709”, acusando a la policía de violencias y torturas. Temía amenazas de “desaparición forzada, de tortura y hasta de muerte”.
Saleh Abdelaziz el-Dhamiri, de 60 años, sufría de problemas cardíacos y necesitaba una nueva válvula. Había pasado más de cuatro años en régimen de aislamiento por las campañas en favor de los presos políticos del reino. En el pasado, había criticado el ascenso al poder del príncipe heredero bin Salman.