Alepo: fue muerto al-Adnani, vocero del Estado islámico e inspirador de los “lobos solitarios”

La muerte ocurre en un momento en que el movimiento yihadista atraviesa dificultades en el plano militar. Fue muerto durante una “misión de reconocimiento” llevada cabo en la provincia. Vocero del Pentágono: fue derribado el “principal arquitecto· de las operaciones del EI en el exterior. Figuraba entre los fundadores del “Califato” y sobre su cabeza pendía una recompensa de cinco millones de dólares.

Damasco (AsiaNews/Agencias) - Abu Muhammad al-Adnani, vocero y responsable de estrategia en el Estado Islámico (EI), quien se volvió célebre en las últimas semanas a raíz de su llamado a atacar Occidente durante el Ramadán, fue muerto en Siria. Esto fue confirmado anoche a través de fuente yihadistas publicadas por la agencia Amaq, cercana a Daesh [acrónimo árabe de Estado islámico], según la cual él murió en una localidad de la provincia de Alepo, hoy transformada en epicentro del conflicto sirio.

La noticia de la muerte de uno de los hombres más importantes del Califato llega en un momento de dificultades para el movimiento extremista islámico, al menos en lo que respecta al plano militar, puesto que en las últimas semanas, las milicias yihadistas han sufrido duras derrotas en Siria y en Irak.

Según lo referido por la agencia Amaq, Adnani fue muerto durante una misión de reconocimiento del área que circunda Alepo, donde se está combatiendo la "madre de todas las batallas". Últimamente se han intensificado los combates en la capital del norte de Siria, con los rebeldes dispuestos a romper con el asedio del gobierno, y los cazas rusos y sirios emprendiendo ataques aéreos.

Anoche, una nota del Pentágono confirmó un ataque perpetrado contra un “importante líder” del Estado islámico en la zona de Al Bab, en la gobernación de Alepo, a aproximadamente 50 km al noreste de la ciudad.

Peter Cook, vocero del Pentágono, definió al líder yihadista como el “principal arquitecto de las operaciones del ISIL (otro nombre para el EI) en el exterior”.

El portal de inteligencia Site, experto en monitorear las actividades yihadistas, informa que Adnani fue muerto mientras viajaba desde Raqqa, “capital” del Califato, rumbo a Alepo. No solamente era vocero del grupo, sino también uno de los jerarcas más feroces, a la vez que inspirador de los llamados “lobos solitarios”, responsables de los sanguinarios ataques ocurridos en Europa. “La desaparición de Adnani del campo de batalla –agregó Cook- ha de ser un duro golpe para el EI”.

Nacido en 1977 en la ciudad septentrional de Banash, su verdadero nombre era Taha Sobhi Falaha: sobre su cabeza pendía una recompensa de cinco millones de dólares, prouesta por los Estados Unidos. En la primera década del dos mil, ingresó a la galaxia terrorista, luego de haber prestado juramento ante al Zarqawi, líder de Daesh en Irak.

En el año 2014 él declaró por vías informales el nacimiento del “Califato” del Estado islámico, que para ese momento ya había conquistado la mitad del territorio –por otro lado, compuesto mayormente por áreas desérticas- de Siria e Irak. Siempre se ocupó de dar los anuncios de la plana de líderes del grupo, que encomendó la guía del mismo al líder extremista Abu Bakr al-Baghdadi, y exigió una alianza de los musulmanes de todo el mundo.

Es célebre su mensaje de audio del 22 de septiembre de 2014, en el cual Adnani mismo, en el marco de un discurso de 40 minutos de duración, invocaba la “llamada a las armas” de los lobos solitarios. Una incitación dirigida a los fieles musulmanes que viven en Occidente, para que mataran civiles de estos países, recurriendo a todos los medios disponibles para lograr dicho objetivo.

Muchos de los ataques del último período que han sido reivindicados por los yihadistas fueron inspirados por las palabras de al Adnani, como fue el caso de los atentados perpetrados en Niza y en Ruán, Francia, así como el atentado suicida de Bagdad. Según los analistas y expertos, además de sus aptitudes militares, él poseía una oratoria destacable; a él se debe la formación de una red de células terroristas durmientes en Europa –y no solo allí-, que están listas para atacar en cualquier momento.